Primero los tanques, ahora los cazas: Kiev quiere más 'munición' para afrontar una primavera de combates

Gráfico: Características de los MiG.
Gráfico: Características de los MiG.
Carlos Gámez
Gráfico: Características de los MiG.

Los tanques no son suficiente para Ucrania si quiere resistir a medio y largo plazo frente a la invasión rusa. Esa es la premisa que repite una y otra vez el Gobierno de Volodimir Zelenski en un llamamiento a sus aliados para que el suministro vaya más allá de los Abrams, los Leopard o los Challenger. El siguiente elemento en la lista de Kiev son los aviones de combate. Ucrania quiere cazas para acabar de cerrarle las vías a Rusia en una primavera que se prevé intensa en cuanto a combates; Zelenski incide en que los suyos tienen que poder defenderse por tierra, mar y aire.

En este sentido, el propio ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba no perdió tiempo y aprovechó el agradecimiento a Occidente por los tanques para abrir la siguiente vía. "Tenemos nuevas tareas por delante: aviones de combate de tipo occidental, sanciones, implementación de la Fórmula de la Paz", precisó Kuleba, que puso el foco sobre Polonia, convertido en el gran escudero de Ucrania y en el país que más presiona al resto de aliados para que la llegada de material militar no cese. "Trabajamos constantemente con nuestros socios polacos para desarrollar la conectividad entre Ucrania y Polonia. Discutimos en detalle formas de ampliar y facilitar la conexión ferroviaria de pasajeros y carga entre nuestros países", añadió al respecto el ministro, dejando claro el eje que la guerra ha formado.

Esta misma idea de tratar de lograr el suministro de aviones de combate fue defendida por Yuriy Sak, asesor del secretario de Defensa de Ucrania, tal como recogió el medio estadounidense The Hill. Sak esgrimió en este sentido que era optimista acerca de recibir aeronaves de combate occidentales como los cazas F-16 estadounidenses, que los ucranianos han buscado desde principios del año pasado, cuando Rusia invadió el país.

"Cada tipo de arma que solicitamos, la necesitábamos ayer", expresó. Ucrania quiere que quede cada vez más claro que no tiene tiempo que perder mientras, parece, Rusia se rearma buscando una ofensiva en primavera a la que Kiev espera no solo responder, sino poder adelantarse. "Haremos todo lo posible para garantizar que Ucrania obtenga aviones de combate de cuarta generación lo antes posible", concluyó el asesor. Este será por lo tanto el próximo debate en el seno de la OTAN.

Ucrania actualmente usa aviones de combate de la era soviética, incluidos los MiG-29, mientras Estados Unidos se ha resistido a enviar los cazas F-16 y no parece estar listo para anunciar su transferencia en el corto plazo. Pero el asesor de seguridad nacional estadounidense, John Kirby, reconoció ya que Washington está "en conversaciones constantes" con Ucrania y que estas "evolucionan a medida que cambian las condiciones" del conflicto.

Con este nuevo 'melón' abierto en el marco de la guerra, la respuesta de Rusia fue la esperada. "Estamos ante una escalada de tensiones por el suministro de tanques y las continuas discusiones sobre el componente aéreo", sostuvo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en un cruce de declaraciones precisamente con Volodimir Zelenski, para quien la recepción de aviones de combate occidentales es "un sueño y una tarea muy importante" para Ucrania en el proceso de rearme que quedó activado con el desbloqueo de los Leopard.

Estamos ante una escalada de tensiones por el suministro de tanques y las continuas discusiones sobre el componente aéreo

Según el Kremlin, la "llave" del conflicto ucraniano está "en gran medida" en Washington. "Pero vemos que el actual inquilino de la Casa Blanca no quiere usarla y opta por continuar atiborrando de armas a Ucrania", terminó Peskov. Con todo, el factor tiempo es importante en el suministro de armas a Ucrania. Por ejemplo, Estados Unidos ya ha avisado de que los tanques Abrams podrían tardar tres meses en llegar, contando además con la formación que tendrán que recibir las tropas ucranianas en su uso. En cambio, las visiones más optimistas calculan que en marzo ya podrían estar en uso sobre el campo de batalla.

Moscú pone sus ojos no solo en Kiev, sino en quienes le ayudan. Así, el Kremlin considera que el embajador alemán en Moscú debe dar explicaciones sobre las últimas declaraciones de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en las que señalaba que la ayuda a Kiev no convierte a Berlín en parte del conflicto. Rusia apunta que la posición alemana es "contradictoria", y se apoya de hecho en el envío de tanques. Sin embargo, la Unión Europea y la OTAN han estado negando desde el comienzo de la invasión que estén participando en la guerra contra Rusia. Putin no opina lo mismo.

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