La vida de Dani Alves ha estado cargada de bailes y risas hasta hace unos días. El exfutbolista está acusado de agresión sexual con violencia y ya nada volverá a ser igual para él. Aunque el brasileño ha acaparado cientos de titulares durante años, nada era tan grave como los actuales.

Dentro del terreno de juego, Alves protagonizó varios rifirrafes con sus propios compañeros por sus característicos bailes para celebrar sus victorias. Sin embargo, para bien o para mal, fuera del fútbol siempre ha sido el centro de todas las miradas.

Habitualmente se le podía ver con sus originales looks por las calles de Barcelona, así como en los bares y clubes de moda de la ciudad condal. Incluso se conjuntaba con sus hijos cuando iba, por ejemplo, a centros comerciales.

En cuanto a su historial sentimental, Dani Alves se casó con Dinorah Santana y tuvieron a sus dos retoños, pero se divorciaron en 2011 y ella pasó a ser simplemente su representante, cargo que sigue ostentando. Su separación fue de lo más amistosa, puesto que incluso él le compró un gran piso a ella en una urbanización exclusiva del norte de Barcelona, aunque él seguía viviendo en Ciudad Diagonal.

Después comenzó una relación con la modelo canaria Joana Sanz, con quien se casó por sorpresa en Formentera hace más de siete años. Acudían juntos a los diferentes eventos públicos, y en más de una ocasión protagonizaron divertidos vídeos en las redes sociales.

Dani Alves no solo ha ganado dinero gracias al fútbol. Además de colaborar en un principio en la agencia de representación de su exmujer, el futbolista creó Cedro Esports, empresa dedicada a explotar los derechos de imagen de personajes deportivos.

Además, durante un tiempo tuvo un restaurante, Fogo, junto a un chef brasileño. En él ofrecían los platos más característicos del país latinoamericano. Sin embargo, la pandemia provocó echó todo el trabajo por la borda y acabaron cerrándolo.