El plan de usos de L'Eixample evidencia la crisis del gobierno municipal de Comuns y PSC

  • Janet Sanz presentará en el pleno del viernes una propuesta propia de plan y el PSC votará en contra 
Algrano Restaurante del barrio de Sant Antoni de Barcelona.
Terraza de un restaurante en el Barri de Sant Antoni de Barcelona.
Alejandro Moneo
Algrano Restaurante del barrio de Sant Antoni de Barcelona.

Las fricciones que se evidenciaron hace dos semanas entre BComú y el PSC ante el intento de concretar un nuevo plan de usos para el distrito de L’Eixample, lejos de suavizarse, parecen ser insalvables. Tanto es así que, lo que hace dos semanas fue una presentación conjunta de un reglamento supuestamente pactado entre las dos formaciones, ayer fue anunciado como una propuesta única del área de Ecología Urbana de la segunda teniente de alcalde, Janet Sanz.

Recordar que, la semana pasada, el PSC votó en contra de la aprobación del plan de usos que días antes Janet Sanz y la regidora de movilidad, Laia Bonet, habían presentado conjuntamente en rueda de prensa. El plan de usos fue rechazado, y las negociaciones entre los dos partidos de gobierno siguieron, pero no se pudo llegar a ningún acuerdo.

Así las cosas, Janet Sanz ha presentado una modificación al plan que se llevó a aprobación la semana pasada. En esta revisión, el nuevo reglamento se mantiene igual con la novedad de que las calles Bailén, Bruc y Roger de Llúria pasan a estar regidas por la reglamentación más laxa del plan de usos, en lugar de la más estricta que se aplica a las calles pacificadas.

En la propuesta de Janet Sanz, las calles que forman parte del denominado ámbito del Barri de Sant Antoni, no sufren ninguna modificación y siguen todas incluidas dentro de la reglamentación más estricta, la que regula que los establecimientos con actividades de alto impacto no puedan ser más de cinco en un radio de 50 metros, o más de 18 en un radio 100 metros, con una separación de 25 metros entre ellos.

San Antoni

La regidora socialista Laia Bonet difiere precisamente en la reglamentación establecida para el entorno de Sant Antoni. Mientras Bonet está de acuerdo en lo reglamentado ahora para el entorno de la calle Girona, aunque en un principio quería que el Passeig de Sant Joan pasase al régimen laxo, en el Barri de Sant Antoni el desencuentro es total.

La regidora del PSC explicó ayer que no acepta que la reglamentación más estricta se mantenga en todas las calles del Barri de Sant Antoni, como establece la propuesta de Sanz, y tan solo acepta este mayor rigor en las calles Tamarit, Parlament y Aldana, como estaba previsto en la propuesta original. Como cesión en las negociaciones que han tenido esta semana, Bonet extiende esta regulación de más intensidad a otras dos calles: Manso y Marquès del Camposagrado. Esta es la contrapropuesta que Laia Bonet pone como base para llegar a un futuro acuerdo para poder aprobar un plan de usos para L’Eixample antes del próximo 11 de marzo, cuando expira la suspensión de licencias en el distrito.

Janet Sanz tiene la intención de llevar su plan de usos al pleno de este viernes 27 de enero, aunque no tenga asegurada su aprobación, ya que afirma que si se espera al pleno de febrero, la nueva normativa no estará en vigor antes del 11 de marzo. En este punto, tampoco hay acuerdo entre las dos formaciones, ya que Laia Bonet cree que hay suficiente tiempo para que el plan de usos entre en vigor si se aprueba en febrero.

Confrontación

Ambas formaciones explican que sus propuestas vienen marcadas por las conversaciones que han mantenido con asociaciones de vecinos y de comerciantes. Janet Sanz afirmó que su propuesta «es el plan de usos de la ciudad, es la suma de lo que las entidades civiles y sociales nos han pedido». Además denuncia presiones de algunas asociaciones, y asegura que «los ‘lobbies’ comerciales han pedido sacar los ámbitos» de Girona y Sant Antoni. La segunda teniente de alcalde advierte que «ir más allá de esta propuesta sería dejar desprotegida una zona como Sant Antoni, y no podemos dejar que este barrio sufra aún más la barra libre que ya sufría».

Por su parte, Laia Bonet, rechaza la propuesta de Sanz porque «es un plan de usos que contiene una regulación demasiado homogénea para los entornos del Mercat de Sant Antoni, donde hay calles con realidades muy diferenciadas». Como ejemplo, Bonet afirmó que «Sepúlveda no es lo mismo que Parlament, Tamarit o Aldana. Se parece más a calles como Roger de Llúria o Bailén».

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