Los nuevos patinetes eléctricos de Madrid integrarán sistemas para evitar la circulación por aceras o su estacionamiento en zonas no habilitadas para ello. Comenzarán a funcionar a partir del próximo 3 de mayo, cuando se pondrán a disposición de los usuarios 6.000 vehículos. Supone una reducción respecto a lo hay ahora mismo, en 4.000 menos. El objetivo es que haya un tráfico más seguro y ordenado.

Así lo ha explicado Borja Carabante, delegado del Área de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid. Gracias a la nueva tecnología que habrá integrada en estos patinetes se podrá erradicar un problema que el último año supuso el 80% de las multas que se interpusieron a vehículos de micromovilidad. La mayor parte de esas sanciones a los estacionamientos indebidos en zonas peatonales.

Carabante ha resaltado que la nueva flota de patinetes representa la apuesta del Ejecutivo municipal por implantar un modelo de micromovilidad compartida "más ordenada, segura e integrada" en las diferentes plataformas de movilidad. 

Tras la licitación que publicó el Ayuntamiento de Madrid, a la que se presentaron 10 empresas dedicadas a la micromovilidad, han sido tres las elegidas atendiendo a criterios como tener experiencia previa en grandes ciudades, haber gestionado bicicletas de uso compartido o que los patinetes ya contasen con algún tipo de tecnología que limitase la circulación o el estacionamiento no permitidos. Por ello, las operadoras elegidas han sido Lime, Tier y Dott, que desplegarán cada una de ellas un total de 2.000 vehículos de este tipo a lo largo de toda la ciudad. 

El viaje no acaba si no aparcas bien

"Solo estará permitido estacionar los patinetes en los espacios especialmente reservado para ello", ha asegurado Carabante. Para poder controlarlo,llevarán incorporados un sistema GPS a través del cuál se podrá vigilar que los usuarios aparquen los vehículos correctamente. "No se podrá empezar ni acabar el viaje si no están en alguna de las zonas habilitadas de estacionamiento", ha indicado. 

Respecto a este asunto, las tres empresas seleccionadas para prestar este servicio en la ciudad siguen un sistema similar. Manuel Arauco, director de Tier en España, indica que "el aparcamiento se controlará a través de distintas tecnologías, entre las que se incluyen los sistemas GPS". De esta manera, se podrá saber la ubicación real en la que está estacionado cada vehículo. Algo similar a lo que ocurre con Lime, según explica Arnau Pérez. La marca ya trabaja con este tipo de tecnologías. "Solo te deja aparcar en los puntos específicos", indica el responsable de la operadora en España. 

Esto implica que "si estás en medio de la calle, no te va a dejar aparcar", añade. Si algún usuario deja abandonado en medio de una acera uno de estos vehículos en lugar de en alguna de las estaciones habilitadas, implica que será necesario que se acerque hasta allí una flota de recogida que vuelva a ponerlo en un aparcamiento desde donde pueda volver a circular. Por este motivo, desde Lime impondrán una sanción de 10 euros para aquellos que incumplan con la normativo. 

Por último, Dott, que llega por primera vez con patinetes a Madrid, ha instalado un sistema GPS que triangulariza la posición del patinete y del teléfono del usuario. "Detecta si estás aparcando en un sitio autorizado o no y se pide una foto al finalizar el viaje", explica Gerard Seralles, responsable de Dott España. 

Sin recorrido en las aceras

La gran novedad será la tecnología que utilizarán este tipo de transportes para evitar que los usuarios transiten por las aceras. Y es que llevarán integrado un sistema de sensores de movimiento que podrán detectar si el usuario está haciendo su trayecto en las calzadas o no. "A través de sensores de movimiento y algoritmos se analiza el movimiento de cada patinete y nos permite entender si una persona está circulando de una manera adecuada o no", asegura Manuel Arauco. 

Los vehículos de Lime incorporarán también, además de los sensores, cámaras. Además, "a través de inteligencia artificial saben diferenciar los distintos pavimentos de las aceras para saber si está permitido circular por ahí o no", asegura Arnau Pérez. Este tipo de tecnología también la utilizarán los patinetes de la empresa Dott. 

En todos los casos, si se detecta que el usuario no circula por una zona permitida, el patinete acaba frenándose. Primero deja de acelerar y diez metros después se para por completo. Por lo que el trayecto se vería interrumpido y sería necesario finalizarlo y volver a comenzar uno nuevo.