¿Qué está pasando con el oro? Su precio se está disparando y hay codazos entre los grandes países para hacerse con 'reservas doradas'

El aumento de las reservas de los bancos centrales dispara el precio del oro.
El aumento de las reservas de los bancos centrales dispara el precio del oro.
Carlos Gámez
El aumento de las reservas de los bancos centrales dispara el precio del oro.
El aumento de las reservas de los bancos centrales dispara el precio del oro.
Carlos Gámez - WOCHIT

El oro brilla con fuerza. El precio del metal precioso se ha incrementado más de un 5% en apenas cuatro semanas, desde el arranque de 2023, hasta alcanzar la semana pasada su valor más alto de los últimos seis meses. Detrás de este alza, que continúa la tendencia marcada en los últimos meses de 2022, se encuentran, entre otros factores, las tensiones geopolíticas, que han animado a los bancos centrales a elevar sus reservas de oro a niveles no vistos desde hacía décadas.

La onza de oro llegó a pagarse el jueves pasado a 1.948 dólares, lo que supone un precio más de cien dólares superior a la marca de 1.824 dólares con la que inició 2023. Desde finales de octubre, cuando el oro rondaba los 1.630 dólares por onza, su precio se ha apreciado un 18%. Y es que en los últimos meses el valor del metal precioso ha emprendido una tendencia al alza con la que se está recuperando de la progresiva caída tras el pico registrado a principios de marzo, cuando la onza llegó a pagarse a más de 2.052 dólares, experimentando un crecimiento de casi un 8% en apenas dos semanas tras la invasión rusa de Ucrania del 24 de febrero.

"Hay varias razones que están provocando que el oro brille tanto", señala la investigadora Isabel Figuerola-Ferretti, profesora de Gestión Financiera en la Universidad Pontificia Comillas ICADE, que recuerda que este metal precioso es un valor refugio, al ser menos volátil que los activos convencionales y, por tanto, tener una mayor capacidad para preservar la riqueza. "En momentos en los que hay temor a una recesión, se tiende a favorecer la inversión en oro porque su valor no correlaciona con otros activos clásicos", explica. Además, en un contexto de alza de precios como el actual, el oro actúa como activo de cobertura frente a la inflación y es una alternativa atractiva frente a las subidas de los tipos de interés.

Otro factor que ha contribuido también a formar esta tormenta perfecta ha sido el colapso de las criptomonedas. Hace menos de dos semanas, la firma Genesis Global Capital se declaró en bancarrota, tras semanas arrastrando problemas de liquidez desde la quiebra en noviembre de FTX, una de las mayores plataformas de intercambio de monedas digitales del mundo. A aquella caída se sumó más tarde la de Blokfi y ahora la de Genesis.

En este contexto, marcado por la incertidumbre y las tensiones internacionales, los bancos centrales han aprovechado para aumentar sus reservas de oro. En ese sentido, el World Gold Council (WGC) reconoce en su último informe trimestral sobre el comportamiento del oro, publicado a principios de enero, que 2022 fue un año "excepcional" en lo que respecta a la compra de oro por parte de los bancos centrales. "El desarrollo más sorprendente en el mercado del oro en 2022 fue el nivel de demanda de los bancos centrales", expresa. 

Reservas en máximos históricos

Ese fortalecimiento de la demanda ha hecho que las reservas de los bancos centrales se eleven a niveles históricos. "A finales del tercer trimestre se informó de que se habían agregado 673 toneladas a las reservas, un máximo histórico. En octubre y noviembre continuaron las incorporaciones, pero a menor ritmo", valora el informe, que apunta a que en el penúltimo mes del año los bancos centrales adquirieron 50 toneladas de oro. "Unas compras de oro así por parte de los bancos centrales no se veían en los últimos 50 años", corrobora Figuerola-Ferretti. 

En este acopio de oro, hay países que están jugando un papel especialmente relevante. El WGC afirma que Kazajistán y Uzbekistán fueron en noviembre los mayores vendedores, desprendiéndose respectivamente de 4 y 2 toneladas de oro cada uno. Por el contrario, sitúa a Turquía y Kirguistán entre los países que más aumentaron sus reservas en el penúltimo mes del año, con sendas adquisiciones de 19 y 3 toneladas respectivamente. 

No obstante, la palma se la lleva el Banco Popular de China, que anunció en el último trimestre de 2022 la primera adición a sus reservas oficiales de oro desde septiembre de 2019, agregando un total de 32 toneladas, una compra a la que sumó otras 30 toneladas en diciembre. Desde TD Securities especulan con que esta acumulación de oro por parte de China pueda servirle como colchón para esquivar potenciales sanciones en caso de una hipotética invasión de Taiwán o bien que responda simplemente a una intención de fortalecer el yuan chino.

Especulaciones aparte, las previsiones apuntan a que el valor del oro seguirá apreciándose a lo largo de 2023. "Hay un componente de riesgo geopolítico y de recesión que no veo disminuir en los próximos meses", argumenta en ese sentido Figuerola-Ferretti. De hecho, la expectativa de que la Reserva Federal estadounidense pise el freno en su política monetaria, añade atractivo a las inversiones en oro. La incógnita está en si después de la subida vendrá una caída pronunciada en el valor del oro, como ya ocurrió en 2008 y 2011. "Puede ser que haya una caída precipitada, por una necesidad de liquidez", advierte la experta.

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