Era un momento muy esperado porque tenía que llegar. En algún momento los príncipes de Gales volverían al trabajo y tendrían que reaparecer públicamente bajo el escrutinio máximo. Y todo porque, dentro de la familia real británica, precisamente el príncipe Guillermo es uno de los que peor sale parado de las recién publicadas memorias de su hermano, el príncipe Harry, con acusaciones de violencia, comentarios inadecuados o hasta su calvicie.

De ahí que quedase por saber qué opinión sigue guardando Reino Unido sobre el heredero y su esposa, Kate Middleton. Dudas que, si existían, quedaron disipadas este jueves, ya que los también duques de Cambridge habían de reaparecer para inaugurar un hospital en Liverpool y recorrer varias organizaciones benéficas.

La pareja fue recibida con vítores y aplausos, a la entrada del nuevo Royal Liverpool University Hospital, a los que respondieron con sonrisas y saludando, si bien hubieron de hacer frente también a la pregunta de un hombre que les hizo la pregunta que nadie se atrevía a hacerles: "¿Tienen planeado comentar algo sobre el libro de Harry?".

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Tanto Guillermo como Kate Middleton hicieron oídos sordos y continuaron su visita sin detenerse a entrar en el debate, siguiendo su ruta por la sala de cuidados intensivos, donde pudieron conversar con los enfermeros y enfermeras que trabajan en dicha unidad. Asimismo, se hicieron varias fotografías junto al resto del equipo del centro.

Mientras tanto, en Escocia, donde están trabajando en sus opciones para conseguir hacer un referéndum por la independencia tras el "no" del Tribunal Supremo a finales del año pasado, Carlos III de Inglaterra se reunió con varios grupos que están trabajando para combatir el aislamiento rural que sufren varias zonas de la región.

Como era de esperar, y en consonancia con las palabras de Harry sobre que el soberano tiene celos del protagonismo que ha perdido con el paso de los años frente a sus hijos, la presencia del nuevo monarca no suscitó tanto interés como la de su primogénito en Liverpool.

Al otro lado del Atlántico, el príncipe Harry conversaba con Stephen Colbert en su late show para hacer publicidad sobre el éxito de En la sombra y, en un momento dado, le preguntó sobre si había visto o no la serie The Crown, que repasa la vida de su abuela, Isabel II, y el periplo de la monarquía británica en los últimos 75 años.

Y el duque de Sussex no solo respondió que sí, que la ha visto, sino que bromeó diciendo que va haciendo un "fact check", una comprobación de datos, mientras la ve. Y que por eso es tan importante que alguien como él haya contado su verdad.