Con la llegada del 2023 y la nueva reforma fiscal del gobierno, todo lo relacionado con los impuestos está presente en las conversaciones del día a día. A los ya conocidos IRPF, IVA, MEI o presión fiscal, hay que añadir otro término muy similar al último mencionado: esfuerzo fiscal.

El concepto de esfuerzo fiscal es un cálculo que evalúa la relación entre la presión fiscal y el PIB per cápita de un país. De esta forma, no solo se tiene en cuenta la carga impositiva, sino también la renta, indicando el impacto recaudatorio de un Estado en la producción del país. Para calcular el esfuerzo fiscal es necesario aplicar esta fórmula: 

Esfuerzo fiscal = (Presión fiscal / PIB per cápita) x 100

Una de las partes de la ecuación es el término "presión fiscal", que se asemeja mucho a el esfuerzo fiscal, pero no es lo mismo. La presión fiscal es el dinero que pagan los contribuyentes de un territorio en concepto de tributos en comparación con el PIB de ese territorio.

Para calcular la presión fiscal utilizamos el PIB de un territorio concreto. Sin embargo, para obtener el esfuerzo fiscal se tiene en cuenta el PIB per cápita de los contribuyentes de ese país o territorio.

Aunque esfuerzo y presión fiscal están muy relacionados, el esfuerzo fiscal sirve para saber si los contribuyentes pagan mucho en un territorio y la presión fiscal se utiliza como indicador comparativo entre países a nivel tributario.

Según el Instituto de Estudios Económicos (IEE) el esfuerzo fiscal que sufren los españoles es un 52,8% más elevado que el que soportan de media el resto de los contribuyentes de la Unión Europea. Y es que la media de la OCDE es un 17,1% menor a la europea.

En otros países como Italia y Francia también se encuentran por encima de la media, en un 49,8% y un 31,6% respectivamente. Por el contrario, los alemanes son los contribuyentes de la Eurozona que menor esfuerzo fiscal tiene, con un 4,2% por debajo del promedio.