A Vladimir Putin le crecen los enanos. En 2022 lanzó una invasión sobre Ucrania en la que falló su plan A, que era tomar Kiev y el 2023 ha empezado con las tornas cambiadas en la guerra y también con la mayor contraofensiva ucraniana, concretamente en el Donbás: el Gobierno de Volodimir Zelenski ha cuantificado 500 militares rusos en las últimas horas en Jersón, justo un día después de que cayeran más de 60 en Donetsk, estos además reconocidos por el Kremlin. El este se ha convertido en el foco más importante de choques mientras Moscú se afana, en cambio, por los ataques masivos sobre la capital. Dos estrategias distintas que, de momento, dan cierta ventaja coyuntural a Ucrania.
"El enemigo sigue sufriendo pérdidas. Unidades de las Fuerzas de Defensa de Ucrania causaron daños al personal y el equipamiento militar enemigo en Chulakivka, en la región de Jersón", reveló el portavoz del Estado Mayor del Ejército ucraniano, Andriy Kovalev. "Las pérdidas del enemigo ascienden a cerca de 500 soldados heridos o muertos", comentó, aunque dentro de la batalla por el relato Moscú no ha confirmado tales datos. En general, el Gobierno de Zelenski eleva ya a más de 108.000 el total de soldados rusos muertos desde el inicio de la invasión.
Rusia, en cambio, va tarde con sus reacciones y ha comunicado la destrucción de un almacén de arsenal ucraniano en Donetsk, pero lo han hecho después del ataque importante en la zona por parte de las tropas de Zelenski. En Ucrania, con todo, tienen claro que Putin continuará los ataques masivos con drones para causar agotamiento a la población, destruir el sistema energético y desgastar las defensas antiaéreas del país y por eso la obsesión más inmediata del presidente es "proteger el cielo" de los drones utilizados por Moscú, en su mayoría de fabricación iraní.
En este sentido, agregó que, en los primeros dos días de 2023, "ya se han derribado 80 drones iraníes sobre Ucrania". Desde septiembre las fuerzas de defensa aérea de Ucrania han destruido "cerca de 500 drones" rusos vendidos por Teherán, sobre quien se ha puesto la lupa en las últimas semanas por estos negocios. "El cielo ucraniano está cada vez mejor protegido", apuntó Zelenski, en otro claro mensaje para Putin.
El tira y afloja de la guerra, con todo, tiene como lugar más castigado la ciudad de Bajmut. Se ha convertido en lo que en otro tiempo de la invasión fue Bucha. Según el fundador del grupo militar privado Wagner -que trabaja directamente por los intereses de Rusia-, Evgueni Prigozhin, hay batallas por el control de "cada casa". Y el choque va para largo: "A veces pueden durar semanas", indicó. Prigozhin afirmó que el avance ruso en la zona se ve dificultado por el gran número de fortificaciones ucranianas levantadas en Bajmut.
De acuerdo con la Inteligencia británica, en los últimos días Ucrania ha enviado significativos refuerzos a la zona de Bajmut y la intensidad de los ataques rusos parece haber disminuido en comparación con la registrada a mediados de diciembre. Los militares británicos opinaron en su parte diario sobre la situación en Ucrania que en las próximas semanas es poco probable que Rusia logre importantes progresos en Bajmut, donde ambas partes han sufrido grande pérdidas, indica.
Por otro lado, en Rusia se producen demandas de investigar el ataque a un punto de emplazamiento de tropas rusas en Makiivka -la que dejó 63 militares muertos- por parte de las tropas ucranianas. El líder del partido Rusia Justa, Serguéi Mirónov, fue el primer político de alto rango en pedir una investigación de lo ocurrido en Makiivka, donde aparte de militares profesionales se encontraban, según informaciones de prensa, hombres reclutados en el marco de la movilización parcial declarada el año pasado. Según Mirónov, lo que sucedió en Makiivka "no ha de repetirse" en el futuro. "La investigación determinará qué es lo que ha ocurrido: una traición o una negligencia criminal", sentenció.
6.919 civiles han muerto desde el inicio de la invasión
La guerra, estancada, sigue causando muchos estragos más allá del frente puramente militar. La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos desveló este martes que 6.919 civiles han muerto y otros 11.075 han sido heridos en Ucrania desde que comenzó la invasión rusa. No obstante, la ONU reconoció que estas cifras seguramente son mucho más elevadas, especialmente en las regiones donde los combates están siendo más intensos y donde la labor de monitoreo de los observadores de la organización es más difícil.
Hasta la fecha, se han podido identificar 2.737 hombres, 1.842 mujeres, 216 niños y 175 niñas entre los fallecidos. Por su parte, 2.401 hombres, 1.729 mujeres, 321 niños y 233 niñas fueron heridos en los primeros diez meses de la contienda. El Donbás es, asimismo, la zona más castigada de todo el país -más allá de ser un lugar de guerra ya desde 2014- y en las provincias de Donetsk y Lugansk el número de damnificados por la guerra aumentó hasta 9.736 personas.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios