Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

El techo de cristal de Clara Campoamor

La ministra Ioane Belarra con Angels Barceló.
La ministra Ioane Belarra con Angels Barceló.
SER
La ministra Ioane Belarra con Angels Barceló.

Encuentro por casualidad la expresión “techo de cristal” en el libro de la abogada, escritora y diputada Clara Campoamor, titulado El voto femenino y yo. Mi pecado mortal. La autora, nacida en Madrid en 1888, firmó este libro en 1935, después de haber defendido con éxito el sufragio femenino entre otros muchos derechos para la mujer. El artículo 36 del Proyecto de Constitución de la nueva República reconocía el derecho al voto para la mujer en España.

En el libro, Clara Campoamor cuenta el penoso trayecto que tuvo que transitar para conseguir un objetivo que hoy nos parece evidente. La votación se logró con 161 votos a favor y 121 en contra. Tuvo el apoyo de la mayor parte del Partido Socialista -con excepciones como la de Indalecio Prieto- la mayor parte de la derecha -con alguna salvedad llamativa como la de Calvo Sotelo-, casi todos los diputados de Esquerra y algunos grupos republicanos. El partido en el que militaba Campoamor, el Radical Socialista, votó en contra con cuatro excepciones.

El techo de cristal aparece en la página 204 de la edición de Renacimiento. La autora se refiere a la hostilidad que recibió durante todo el proceso constituyente dentro y fuera del parlamento. Dentro de las Cortes -dice Campoamor- las actitudes contra ella fueron duras, pese a que los “opinantes tienen techo de cristal”. Es evidente que el sentido de la metáfora no es el mismo que el actual, que parece acuñado por la consultora laboral norteamericana, Marilyn Loden en 1978, pero ya anticipa algunas ideas.

No se puede convertir una lucha legítima de años en un parapeto, en un argumento cutre de usar y tirar.

Coloca la autora en la misma frase una nota al pie de pátina que explica con un ejemplo esta creciente hostilidad. En una reunión de su propio partido -narra Campoamor- en el teatro María Guerrero, un compañero de partido le puso tan en contra al público que un afiliado subió al estrado desde el público con la firme intención de golpearle. Clara Campoamor no renovó su escaño y no vio reconocida su labor hasta muchos años después.

La directora del programa Hoy por hoy, Angels Barceló, pregunta a la ministra de Derechos Sociales Ione Belarra si va a consultar con Pablo Iglesias una decisión que tiene que tomar su partido de cara a las próximas elecciones. La ministra no responde, pero afirma con rotundidad que esa es una pregunta machista, que no se imagina la misma pregunta en otro caso. La presentadora se defiende con sus argumentos. Hay muchos ejemplos en la democracia en los que se ha hablado con el anterior líder del partido. No hay respuesta. ¿Quién sufre el machismo? ¿La entrevistada o la entrevistadora? No se puede convertir una lucha legítima de años en un parapeto, en un argumento cutre de usar y tirar. 

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