Putin y el miedo escénico: el presidente ruso cancela todos los actos de fin de año en plena invasión de Ucrania

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa el pasado 22 de diciembre en el Kremlin, en Moscú, Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa el pasado 22 de diciembre en el Kremlin, en Moscú, Rusia.
EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa el pasado 22 de diciembre en el Kremlin, en Moscú, Rusia.

"Rusia es una fortaleza asediada y Putin es su comandante". Esa es la excusa que ponen desde el Kremlin para justificar otro movimiento extraño de Vladimir Putin. Y es que el presidente de Rusia ha decidido cancelar todos los actos públicos que tenía previstos -y que son habituales- por el fin de año. Ni discurso sobre el estado de la nación, ni rueda de prensa anual ni ceremonia navideña en el Kremlin. Los reveses en el campo de batalla le han convertido en un mensajero de malas noticias.

Putin, que no suspendió ninguno de esos eventos durante la pandemia del coronavirus, sólo preside actos donde todo esté controlado hasta el último detalle como una entrega de medallas en el Kremlin o una sesión del Consejo de Estado, un soviet puramente consultivo. En cambio, este 2022 no habrá ni partido de hockey en la Plaza Roja ni tampoco el ya habitual maratón por las calles de Moscú.

Las malas lenguas apuntan a que Putin no querría enfrentarse a las preguntas de los periodistas, puesto que los corresponsales extranjeros aludirían a la complicada situación en el frente y a las humillantes retiradas rusas de las regiones de Járkov y Jersón. En el menú de la prensa local habría también preguntas incómodas sobre la impopular movilización, los problemas con los suministros y la participación de reclutas en los combates. Putin tenía mucho más que perder que ganar.

Según el Moscow Times, que cita fuentes en la Presidencia y el Gobierno, el miedo a una operación de sabotaje ucraniano similar a las perpetradas en Crimea y en aeródromos en territorio ruso inclinó definitivamente la balanza por la cancelación de todo acto que pueda minar la popularidad del jefe del Estado. Putin habría tomado personalmente la decisión, ya que las fuerzas de seguridad no pueden garantizar que no se repetirá tal escenario.

Putin se ha centrado en las últimas semanas en inaugurar carreteras, yacimientos, rompehielos y otras infraestructuras. Se reunió con madres de soldados -todas vinculadas con el partido del Kremlin-, pero se resiste a decretar el fin de la movilización, aunque la Defensora del Pueblo reconozca que recibe decenas de denuncias diarias al respecto.

La prensa apunta que Putin tiene en mente las elecciones presidenciales de 2024. Nadie duda de que se presentará a la reelección -la reforma constitucional le permite seguir en el poder hasta 2036-, pero para ello tienen que resolver antes el problema ucraniano. Una derrota convertiría los comicios en un referéndum sobre su persona.

Ucrania cree que Moscú prepara una gran ofensiva para principios del próximo año con el fin de cambiar el signo de la contienda. La agenda de Putin en 2023 dependerá de su éxito. Por no haber, este año ni habrá el tradicional partido de hockey sobre hielo que se celebra cada víspera de Año Nuevo en la plaza Roja con la participación de los principales altos funcionarios del país.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento