La tarjeta de aparcamiento es indispensable para muchas personas con discapacidad que tienen asociada reducción de la movilidad o de visión. En España es una figura que existe hace décadas y facilita la movilidad, la accesibilidad, la seguridad y la independencia de los 2,6 millones de personas que se calcula que en nuestro país tienen problemas de movilidad.
Además, desde hace unos años, nuestra legislación se adaptó a la Recomendación del Consejo Europeo y, además de ser válida en todo el territorio nacional, puede usarse en cualquier país de la Unión Europea. De hecho, desde entonces se conoce con el nombre de Tarjeta europea de estacionamiento.
La tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad no es para siempre, sino que hay que renovarla de manera periódica, incluso aunque la persona con movilidad reducida la tenga de manera permanente.
El periodo de vigencia máximo de esta tarjeta es de cinco años, por lo que, pasado este tiempo, será obligatoria su renovación. De lo contrario, habrá perdido la vigencia y las personas que la usen podrán ser multadas si estacionan en aparcamientos reservados.
Dónde y cómo renovar la tarjeta de estacionamiento
En España, aunque tienen que adaptarse a la legislación nacional, las comunidades autónomas son las encargadas de establecer la normativa que regula el uso de la tarjeta de aparcamiento. Sin embargo, la gestión corre a cargo de las entidades locales, es decir de los municipios. Será, por tanto, a los ayuntamientos a los que tendremos que dirigirnos, tanto para solicitarla por primera vez como para renovarla.
A pesar de que, como decimos, depende de cada entidad local, en general, para renovar la tarjeta de estacionamiento se requiere:
• Disponer de la tarjeta de aparcamiento.
• 2 fotos tamaño carnet del titular de la tarjeta.
•Copia del Certificado de Discapacidad.
•Copia del DNI.
•Copia del carnet de conducir.
Los tres últimos documentos solo serán necesarios si han variado desde la última renovación de la tarjeta. Es decir, si hemos renovado el carnet de conducir, el DNI y si ha variado o caducado también en estos últimos cinco años la tarjeta de discapacidad.
Aun así, es recomendable dirigirse antes al ayuntamiento para que confirma la documentación y requisitos necesarios.
También deberemos renovarla o volver a solicitarla en las mismas condiciones si hemos perdido la tarjeta, nos la han robado o se ha deteriorado.
Qué ventajas tiene contar con la tarjeta de aparcamiento
Contar con la Tarjeta Europea de estacionamiento para personas con movilidad reducida aporta una serie de derechos a los conductores del vehículo en el que se desplaza una persona con movilidad reducida:
• Estacionar por un tiempo ilimitado en espacios reservados para tal fin (Habitualmente señalizados con un cartel o dibujo de una silla de ruedas)
• Acceder a zonas restringidas al tráfico o estacionar o parar (por tiempo limitado) en zonas reservadas a carga y descarga.
• Beneficiarte de determinados descuentos o reducciones de tasas que establezcan en las distintas localidades. Una de las más comunes es la de no pagar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (Impuesto de Circulación).
Cada ayuntamiento puede establecer beneficios adicionales, por lo que recomendable consultarlo en cada ayuntamiento.
Aunque cada comunidad puede especificarlos más, en general, para acceder a estar tarjeta debemos, además de disponer de la tarjeta de discapacidad y tener reconocido al menos un 33%, cumplir cómo mínimo uno de estos requisitos:
• Tener sustancialmente reducida la movilidad: ser usuario de silla de ruedas o depender de bastones para deambular.
• Tener reconocida una deficiencia visual que implique un grado de las limitaciones en la actividad igual o superior al 65%.
• Ser menor de tres años y presentar una discapacidad grave o muy grave.
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