Otra buena noticia para los establecimientos centenarios de Barcelona que, durante la pandemia, vivieron una importante merma por la falta de clientes, la subida de los alquileres de los locales, y todo ello, a pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento por protegerlos. Así como hace pocos días se estrenaba el reformado El Glaciar de la plaza Reial bajo unos nuevos propietarios, este martes 13 de diciembre vuelve a subir la persiana Queviures Múrria con una reorientación del negocio.
El colmado del número 85 de la calle de Roger de Llúria del Eixample, con 124 años de historia, regresa convertido en una charcutería con degustación a cargo del chef del restaurante Alkimia, Jordi Vilà, y la semana que viene comenzará a funcionar como restaurante.
'El Murri' nace como un local informal y de tapas para 25 comensales. Por su lado, el restaurante de alta gastronomía 'El 1898' ofrecerá dos menús degustación para 8 comensales. Servirá desayunos, vermuts, comidas y cenas de martes a sábado de las 10 de la mañana hasta la medianoche.
El pasado mes de agosto, Queviures Múrria cerró sus puertas para pasar por una completa reforma que le asegura una imagen "más actual", ha explicado Joan Múrria. El local ofrece desde este martes barra, tres mesas y una zona privada en la que se pueden degustar los productos. Se mantienen los paneles modernistas de la fachada que fueron objeto de un ataque vandálico el pasado mes de mayo.
El local mantiene los paneles modernistas de la fachada que fueron objeto de un ataque vandálico el pasado mes de mayo
Seguirá siendo una charcutería de referencia y con una surtida oferta de más de 200 tipos diferentes de quesos, ahumados, embutidos, conservas, frutos secos, caviar, aceites, cafés, vinos, cavas y especialidades como la sobrasada de cerdo de Menorca, los barquillos de la Casa Graupera de Mataró o el caviar fresco de Azerbaiyán.
Esperan, con esta ampliación y reformulación del negocio, mantener la clientela habitual y ganar a nuevos compradores gracias a su oferta de restauración.
Comentarios