Helena Resano Periodista
OPINIÓN

Sin despejar la vuelta a casa

El Rey Emérito Juan Carlos I saluda desde un vehículo a su salida de la casa de Sanxenxo camino de Madrid, a 23 de mayo de 2022, en Sanxenxo, Pontevedra, Galicia (España).
El Rey Emérito Juan Carlos I saluda desde un vehículo a su salida de la casa de Sanxenxo camino de Madrid, a 23 de mayo de 2022, en Sanxenxo, Pontevedra, Galicia (España).
Alvaro Ballesteros / Europa Press
El Rey Emérito Juan Carlos I saluda desde un vehículo a su salida de la casa de Sanxenxo camino de Madrid, a 23 de mayo de 2022, en Sanxenxo, Pontevedra, Galicia (España).

A Juan Carlos no se le acaba de despejar la vuelta a casa. La decisión del Tribunal de Apelaciones de la Corte de Inglaterra y Gales sobre la demanda que le puso Corinna –la mujer por la que estuvo a punto de dejarlo todo–, ha sido quizás un pequeño traspié. 

Confiaba en que a este asunto se le diera carpetazo para poder regresar a España y hacerlo sabiendo que nadie le podría decir que tiene cuentas pendientes con la Justicia. Oficialmente aquí ya no las tiene, no al menos con Hacienda. Otra cosa es que moralmente, éticamente, los españoles le perdonen lo que han ido conociendo en los últimos años. Esa es otra cuenta que no sabremos bien cuándo acabará saldada, si es que lo hace alguna vez…

El legado de un monarca es difícil de calibrar hasta que no pasan unos años, lo saben bien los historiadores. El de Isabel II empieza a reescribirse a partir de la muerte de Lady Di y todo lo que pasó de puertas para adentro en la Casa Real británica, y todavía será reescrito durante los próximos años. Todo lo que no gustó entonces, puede que se perdone después. Megan y Harry pueden reescribir todavía muchos episodios de ese reinado, para bien y para mal. La fría imagen que ofreció la reina durante la muerte de Diana puede que quedara tamizada con la protección que ofreció después a sus nietos, a pesar de los desplantes, a pesar de los libros y series que nos quedan por ver.

Don Juan Carlos sabe que reescribir sus últimos años de reinado va a ser complicado. Hay demasiados episodios que han salido a la luz y que han enseñado una cara del monarca, y de la monarquía de entonces, que no casan con la imagen de hombre campechano que quería hacernos ver. Don Juan Carlos decidió poner tierra de por medio para intentar no estorbar demasiado, para ir trabajando el olvido y, con él, la redención.

Pero hace unos meses decidió volver, necesitaba volver, dicen sus allegados, y cómo lo hizo y lo que dijo entonces no ayudaron demasiado a esa redención que busca desde que emigró a Emiratos Árabes. La demanda de la que fue su amante durante años lo complicó todo. Corinna únicamente pide dinero. No quiere la verdad, no parece que quiera reparar una amenaza o supuesta amenaza. Busca que don Juan Carlos la indemnice por el miedo que, según ella, le hizo pasar cuando rompieron su relación y le pidió que le devolviera el dinero que había puesto a su nombre.

La Corte de Inglaterra y de Gales entiende que don Juan Carlos seguía manteniendo la inmunidad que ostentaba por ser jefe de Estado. Al menos hasta 2014. Lo que pasó después no tendrá el paraguas de esa inmunidad y aún quedan episodios de supuestas amenazas y acosos por juzgar. Veremos cómo acaba este penúltimo capítulo.

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