Cuando solo era un niño, Rafa Ramos, entró de lleno en los hogares de miles de españoles. Su papel como Germán en la exitosa Aída lo lanzó al estrellato, convirtiéndole en una de las caras más conocidas del país y, de paso, provocando que este joven actor apenas pudiera salir a la calle sin ser reconocido.

Sin embargo, no todo es oro lo que reluce y el propio Rafa cuenta ahora, más de una década después del final de la serie, que su infancia no fue nada fácil. Y es que, tal y como ha relatado a Socialité, su papel en Aída provocó que muchos niños se metieran con él: "Los niños son muy crueles y más cuando eres famoso, tampoco ligaba mucho porque con el papel de empollón...", ha contado.

El intérprete, que tiene ahora 27 años, asegura que tampoco ligaba mucho en la vida real por 'culpa' de su papel en la serie. 

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Sin embargo, destaca todo lo bueno que tuvo su participación en Aída, como conocer y hacer amistad con compañeros como Eduardo Casanova y con Ana Polvorosa, con quienes pasó los mejores momentos. "Carmen Machi era la mami", ha dicho sobre la veterana actriz.

En la actualidad, Rafa se encuentra embarcado en varios proyectos profesionales en el mundo del teatro, su gran pasión, donde triunfa desde hace años con varias obras en Madrid.