Rusia construye trincheras en la frontera de Crimea para defender la península ante un posible ataque de Ucrania

Península de Crimea.
Península de Crimea.
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Península de Crimea.

Rusia está fortificando la frontera de Crimea, la península que se anexionó ilegalmente en 2014 y que para el Kremlin es la joya de la corona de todos los territorios ocupados en Ucrania. 

Imágenes de satélite tomadas la semana pasada demuestran que Moscú está construyendo trincheras en los alrededores de la ciudad de Armiansk, muy cerca del límite territorial de Crimea con la provincia de Jersón.

Además, ha reconstruido y ampliado las zanjas defensivas en el paso fronterizo de Chonhar, el principal punto de cruce entre Crimea y Jersón, tal y como demuestran esas imágenes satelitales.

La fortificación de Crimea evidencia los temores del Kremlin ante un avance de la contraofensiva ucraniana en el sur del país. Tras abandonar el ejército ruso la margen occidental del Dniéper, las tropas de Kiev se han acercado a solo 60 kilómetros de la frontera de Crimea y Moscú se prepara a conciencia para defender esa península en caso de que el ejército ucraniano cruce el Dniéper y avance sobre el resto de la región de Jersón que todavía controla Rusia.

Los mandos militares rusos temen, además, que Ucrania pueda atacar con misiles la península de Crimea desde sus nuevas posiciones en el curso bajo del Dniéper.

No obstante, el principal río de Ucrania supone, sin duda, un freno a la contraofensiva ucraniana en el sur y Moscú no está dispuesto a abandonar la margen oriental de la región de Jersón, la puerta de entrada a Crimea.

Pero si llegara a producirse ese escenario, el Kremlin contempla un nuevo repliegue de tropas hacia Crimea, una península fácil de defender porque su frontera terrestre es un istmo de apenas 10 kilómetros de longitud que separa las aguas del mar Negro y el mar de Azov.

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