La invasión de Ucrania se le está volviendo en contra a Vladimir Putin, que sigue acumulando fracasos. Uno más, este miércoles, cuando el Ejército ruso anunció su retirada de la anexionada ciudad ucraniana de Jersón, la única capital regional bajo control ruso en todo el país. "Proponemos trasladar la defensa a la orilla izquierda del río Dniéper", dijo el jefe de la agrupación de fuerzas que combaten en Ucrania, el general Serguéi Surovikin, al informar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, quien aprobó ese repliegue. Abandonan la zona, además, solo 40 días después de aprobar la anexión ilegal junto a las regiones de Lugansk, Donetsk y Zaporiyia.

De hecho, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha informado este mismo miércoles que se encuentra en la región de Lugansk, en el este de Ucrania y ocupada por las fuerzas de Rusia, según ha confirmado la Presidencia rusa. Asimismo, también han confirmado que el propio Putin realizará una visita a la región del Donbás, si bien ha especificado que "por ahora no hay planes específicos" para ello. "No tengo duda de que llegará el momento en el que Putin irá al Donbás, desde luego", ha dicho.

Este supone un nuevo fracaso para los planes del Kremlin, que no controla totalmente ninguna de las cuatro provincias que decidió anexionarse hace poco más de un mes. El este centra ahora los combates además en un momento en el que el cuerpo a cuerpo sobre el terreno se va reduciendo mientras aumentan los ataques con misiles o con drones. Ucrania, en ese escenario, trata de responder gracias al apoyo occidental.

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Rusia, con el mapa sobre la mesa, tenía muy complicado mantener el control de Jersón en el tiempo, tal como venían avisando los expertos. Surovikin, que asumió a principios de octubre el mando de todas las tropas rusas en Ucrania, acusó al Ejército de Volodimir Zelenski de bombardear objetivos civiles, desde escuelas a hospitales. "No es una decisión fácil", reconoció, aunque subrayó que "la prioridad para Moscú es proteger la vida de civiles y militares." En cuanto a las cifras, estimó en más de 115.000 los habitantes de la orilla derecha de la región que han sido evacuados de la zonas de combate. Moscú ahora pretende reforzar otros frentes, especialmente en el Donbás.

En todo caso, Ucrania no se fía todavía. "Las acciones hablan más que las palabras. No vemos señales de que Rusia se vaya de Jersón sin luchar. Una parte de sus tropas siguen en la ciudad. Ucrania está liberando territorios basándose en datos de inteligencia, no en declaraciones de televisión escenificadas", avisó, muy escéptico, Mykhailo Podolyak, asesor principal de Zelenski.

Quien sí ha celebrado el viraje en el conflicto fue el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. "Vamos a ver que pasa en el terreno, pero Rusia ya se ha visto obligada a replegarse en el norte, en Kiev, en el este, en Járkov, y ahora vemos como las tropas ucranianas echan a las fuerzas rusas en el sur, en Jersón", esgrimió en declaraciones desde Londres, tras reunirse con el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak.

En este sentido, el ex primer ministro noruego considera "alentador" ver "cómo las valientes tropas ucranianas son capaces de liberar territorio" y ha subrayado que los avances en el campo de batalla se deben a la valentía del Ejército ucraniano, pero también al apoyo que Reino Unido y el resto de miembros de la OTAN ofrecen a Kiev. "El apoyo que brindamos es esencial y seguirá manteniéndose, ese es el mensaje: seguiremos apoyando a Ucrania", ha subrayado Stoltenberg desde Downing Street.

Además, Zelenski ha ordenado la formación de cuatro administraciones militares en Jersón coincidiendo con la retirada de las tropas rusas de la región anunciada por Rusia. Zelenski ha firmado un decreto en el que establece cuatro nuevas administraciones: en el pueblo de Dolmatovskaya, ubicado en la ciudad de Skadovsk; en Hola Pristan, en Kajovka y también en Krestovsk, según ha informado la agencia de noticias UNIAN. El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, así como la administración de Jersón han recibido instrucciones por parte del presidente ucraniano para establecer dichos organismos en la orilla occidental del río Dniéper, a donde se ha replegado el Ejército ruso.

Un enclave importante para el futuro de la guerra

"Debemos tener en cuenta la amenaza para la población civil", destacó por su parte Shoigú. Surovikin reconoció que las fuerzas rusas quedaron "acorraladas" en el margen derecho del río, pero también recalcó que unos 9.500 soldados ucranianos han resultado muertos o heridos desde agosto en la región que limita con la península de Crimea, fecha en la que las Fuerzas Armadas de Ucrania iniciaron la contraofensiva en Jersón. Este repliegue se une a otro importante: el de Járkov. Entonces las tropas de Putin recularon sin apenas defender la zona, algo que sí han hecho con Jersón hasta que se han visto obligados a recular.

La conclusión es que Ucrania sigue recuperando terreno pese a que esa respuesta hace ya semanas que se ralentizó. Con todo, la importancia de Jersón es grande porque, de controlarla totalmente, Kiev blindaría Odesa y garantizaría una salida al Mar Negro y, con ello, daría un paso adelante desde el punto de vista de proteger su economía. Asimismo, este nuevo giro en el conflicto se da cuando se empiezan a escuchar cada vez más voces que piden a Zelenski que se abra al diálogo. Mientras, sigue recibiendo material y apoyo de sus aliados y resulta evidente que ese respaldo se mantendrá sobre todo si el progreso de Kiev en la guerra es palpable.

Aunque el foco de las hostilidades esté en el sur y en el este, también hay movimientos en otras zonas del país. De hecho, el Gobierno de Zelenski anunció la "neutralización" de un equipo del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) que preparaban el asesinato de comandantes de las fuerzas de operaciones especiales del Ejército ucraniano. El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha indicado en un mensaje en su cuenta en Telegram que la operación ha sido llevada a cabo por el Departamento de Contrainteligencia y ha agregado que las detenciones han tenido lugar tanto en Kiev como en la región de Sumy.

"Se ha determinado que los saboteadores inspeccionaron los puntos de despliegue y movimiento de tropas ucranianas en la capital y en zonas fronterizas en el noreste de nuestro país", ha dicho, antes de resaltar que "una de sus principales tareas era recopilar información personal y ubicación de comandantes de unidades de combate de las Fuerzas de Operaciones Especiales". Esto fue unido a la incautación de minas anticarro, granadas y un fusil de asalto tipo Kalashnikov, así como ordenadores y teléfonos móviles.