El ayuntamiento de Barcelona admite que se ha instaurado una "cultura de la navaja" en la ciudad pero defiende que bajan los delitos

  • Batlle ha afirmado que hay "pequeñas disfunciones" entre Interior y la Guardia Urbana.
Agente de la Guardia Urbana de Barcelona.
Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona.
ACN
Agente de la Guardia Urbana de Barcelona.

El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha expresado su preocupación por lo que ha denominado una "cultura de la navaja" en la ciudad, pero ha defendido que los datos objetivos muestran que hay menos delitos. 

En declaraciones en TV3, ha añadido que esta cultura quizás es "importada de tradiciones de bandas de otros países", como las latinas, que ha asegurado que tienen cultura de "salir de casa con una navaja". 

Batlle ha afirmado que la puesta en marcha de las palas detectoras se usará de manera aleatoria en grandes concentraciones o salidas y entradas de discotecas. 

A pesar de que los datos indican menos criminalidad, Batlle ha reconocido que hay mayor percepción de inseguridad entre la ciudadanía y ha expresado su compromiso de trabajar en este ámbito.

Elena, mal informado y con "un problema" en su casa

Sobre la relación con Interior, ha insistido que la relación operativa entre la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra vive un "momento dulce", pero no ha negado "pequeñas disfunciones" con Interior.

Ha insistido en que el Departamento de Interior no les informó de una notificación del Ministerio del Interior de marzo que daba acceso a la Guardia Urbana al banco de huellas digitales y ha considerado que el conseller Joan Ignasi Elena, que ha negado en La2 que no les quieran dar acceso, está mal informado y tiene "un problema en su casa". También ha asegurado que Interior tiene "parado" el convenio de violencia machista.

Aun así, ha afirmado que la voluntad es "salir adelante y salvar los obstáculos".

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