La cronificación de la demora para operaciones no urgentes ha llevado a la Conselleria de Sanidad a optar aún más por las clínicas privadas para desatascar las listas de espera, que según el último dato de septiembre acumulan casi 66.000 pacientes, 6.000 más que hace un año, y 108 días de demora media. El titular de este departamento, Miguel Mínguez, ha presentado este lunes su primer proyecto de Presupuestos, el de 2023, en Les Corts, donde ha anunciado que la disminución de las listas de espera quirúrgicas será una de sus prioridades para el próximo año. Desde la oposición han calificado de "maquillaje" el proyecto presupuestario y critican que la lista de espera esté "disparada".

Según ha confirmado Mínguez, la Conselleria ya ha iniciado los trámites para que los pacientes que tengan que ser intervenidos de las patologías más prevalentes puedan operarse "desde el primer día" en clínicas privadas si previsiblemente ya se sabe que han de esperar más de 60 días en la sanidad pública. A día de hoy, 37.000 valencianos esperan más de tres meses en lista de espera para ser intervenidos.

Aunque, según ha dicho, "los datos son más positivos" que en la media de España, Sanidad ha optado por intensificar la derivación a la privada, cuya partida crecerá desde los 15 millones consignados este año hasta los 22 millones previstos en 2023. Esta medida se une a los autoconciertos (operaciones por las tardes en quirófanos de hospitales públicos), cuyo presupuesto aumentará un 56% (hasta los 25 millones de euros) y a la reciente creación de unidades de control de la demora en todos los departamentos de salud.

Como publicó 20minutos, la lista de espera quirúrgica, aquella que afecta a las operaciones no urgentes (las no demorables y oncológicas se atienden de forma preferente en los hospitales), ha subido de 83 a 89 días y 4.400 pacientes (de 56.934 a 61.339) desde junio de 2019, con la llegada del segundo gobierno del Botànic a la Generalitat, hasta mayo de 2022. Estos registros, que llegaron a ser mayores en 2020, con el impacto de la crisis sanitaria que obligó a desviar recursos a la atención a enfermos de Covid en los hospitales, muestran también que las grandes áreas urbanas de la Comunitat Valenciana acumulan más demoras para ser sometido a una cirugía. 

En este sentido, los hospitales Generales de Alicante, València y Castellón presentan 153, 146 y 145 días de espera media respectivamente. Por su parte, La Fe de València, el Hospital de Sant Joan (Alicante) y el área de salud de Vinaròs (Castellón) también superan los 130 días de demora media.

Desde la oposición, el portavoz de Sanidad del PP, José Juan Zaplana, calificó de "maquillaje a una gestión nefasta" el plan presentado por Mínguez porque "pinta inversiones, esconde los datos asistenciales derivándolos a la privada, denostando y relegando la sanidad pública a un segundo plano y disfrazando la falta de proyectos". En su opinión, ningún ciudadano "puede entender que Puig haya estado demonizando a la privada durante tantos años, para ahora, terminar delegándoles la salud de todos". 

Según ha añadido, el problema "no es apoyarse en una alianza de colaboración público-privada poniendo a las personas por delante, con la que estamos de acuerdo", sino "destinar cada vez más recursos, sin organizar, y con el único objetivo de intentar maquillar las estadísticas de las listas de espera de cara a las próximas elecciones". Según sus datos, el Botànic ha incrementado en un 600% el plan de choque para derivar intervenciones quirúrgicas a las clínicas privadas.

Por su parte, el portavoz de Sanidad de Ciudadanos, Fernando Llopis, ha denunciado que la Conselleria de Sanidad hace "menos con más", ya que "las listas de espera se han disparado pese a que el presupuesto ha aumentado en 400 millones de euros". Llopis ha añadido que en 2016 "pese a tener un presupuesto de 1.500 millones menos, la lista de espera era de 88 días; seis años después, pese al incremento presupuestario, es de 108 días", ha finalizado.

Nuevas plazas y salud mental

El responsable autonómico de Sanidad ha afirmado que el próximo año marcará "un antes y un después" en atención primaria y ha anunciado la creación de 995 plazas, junto a medidas como el aumento de la edad de cribado de cáncer de mama a 74 años o la extensión del test prenatal no invasivo a todas las mujeres. Además, se ha comprometido a desplegar una red de salud mental como "prioridad especial de la etapa post-pandemia", con una inversión de 40 millones de euros.