Esther Doña cuenta todos los detalles de su ruptura con Pedraz en 'Y ahora, Sonsoles': "A ver si el 'hablamos algún día' llega pronto..."

  • El juez dejó por un mensaje de WhatsApp a la socialité, y sobre su relación giran aún muchas incógnitas.
Esther Doña, en 'Y ahora, Sonsoles'.
Esther Doña, en 'Y ahora, Sonsoles'.
ATRESMEDIA
Esther Doña, en 'Y ahora, Sonsoles'.

Esther Doña ha acudido este jueves al programa Y ahora, Sonsoles para hablar de su sonada ruptura con Santiago Pedraz. La expareja anunció sus planes de boda el pasado verano en una revista y, pocos días después, la socialité confirmó su ruptura. El juez le había escrito un mensaje: "Nuestra relación es imposible, hablamos algún día, cuídate y besos".

"Yo jamás lo habría hecho así", ha lamentado Esther Doña, ya que "todos necesitamos una explicación". "Es muy duro. Y nunca vamos a volver a estar juntos. No va a pasar", ha declarado, con la esperanza, eso sí, de que algún día mantengan una conversación sobre la decisión de Pedraz.

Así se lo ha confesado a la presentadora: "A ver si el 'hablamos algún día' llega pronto...". Para la entrevistada, ha sido "muy traumático" no poder recibir una explicación. Incluso más que la muerte de su marido, Carlos Falcó, quien murió de COVID-19 en el año 2020. "Es que no es que sienta que no me ha dado explicaciones... es que no me las ha dado", ha añadido.

La viuda del marqués de Griñón ha lamentado que su relación estaba avocada al fracaso, ya que eran "totalmente incompatibles". Según ella, era posible que en algún momento de su matrimonio hubiesen roto, porque su vínculo era "absurdo". "Nuestra relación ha sido muy pasional e intensa. Quizá por eso se rompió", ha señalado.

No obstante, le asombra aún que fuera el juez quien le pidiera matrimonio para, más tarde, terminar rompiendo por un mensaje de texto. "Él habló antes con mi madre, le pidió la mano, la llamó por teléfono, compró un anillo...", ha explicado, apuntando que la pedida de mano se produjo en un hotel, después de una cena con amigos: "Fue muy bonito, muy emotivo".

Han pasado siete meses, pero Esther Doña sigue pensando en lo que sucedió. "Su indiferencia ha sido muy dura", ha admitido. Para ella, el juez tendría que haber avisado a la revista que anunció su boda de que, finalmente, no se iban a casar.

La entrevistada conoció a su expareja en una fiesta de la revista Vanity Fair. "Le conocí con pareja, pero él seguía casado con otra", ha apuntado, opinando que él "siempre ha tenido éxito y ha estado rodeado de mujeres". Una muestra de ello fue su última aparición pública con una misteriosa mujer. El juez aclaró que era su amiga, pero Esther Doña cree que el hecho de haber acudido acompañado "fue una provocación".

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