Doble ración de polémica para Kim Kardashian este Halloween: mientras que la primera ha sido la que más ha dividido a sus seguidores, con muchos a favor y otros tantos en contra, la segunda, sin embargo, ha quedado claro que a todo el mundo le ha parecido mal (y que la familia Kardashian no ha aprendido la lección).

El problema con la primera de las críticas que ha recibido la empresaria y socialité tiene que ver con que, claramente, ha sido ella misma quien ha elegido los disfraces para sus hijos, a quienes vistió como grandes iconos históricos del rap norteamericano.

Así, North, Saint, Chicago y Psalm, de 9, 6, 4 y 3 años, respectivamente, se convirtieron en Aaliyah, Snoop Dogg, Sade Adu y Eazy-E, compartiendo Kim las fotografías de una sesión de fotos en su Instagram, donde también presumió de su disfraz para este fin de semana: la mutante Mística, de los X-Men, capaz de asemejarse a cualquier otra persona pero recubierta de escamas azules en su forma 'natural'.

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A pesar de los comentarios halagadores en la publicación con sus pequeños, comenzando por las propias Kris y Kylie Jenner y sumándose Paris Hilton o Alicia Keys, multitud de fans no le vieron sentido a disfrazar a los pequeños de algo que es bastante improbable que comprendan a estas alturas de su vida.

"Uhm... Son niños, Kim. ¿De verdad que no preferirían disfrazarse de minions o algo así?", se preguntaba un seguidor por Twitter, a lo que se sumaban otros, recordando que en un vídeo Saint, que iba de Snoop Dogg, decía que quería disfrazarse de Spiderman. "Pues sí que se parece al Hombre Araña".

Otros añadían: "Kimberly, que querían ser personajes del Fortnite", "Apuesto mi dinero a que no pudieron decidir de qué se disfrazaban" o lo comparaban con un meme de una mujer que disfrazó a su hija de bolso de Chanel.

Pero esa la otra polémica, que tiene que ver con la primogénita, North, ha recordado a lo que ocurrió cuando su madre decidió embutirse en el icónico vestido de Marilyn Monroe para la MET Gala de este mismo año y le acabó provocando daños irreparables.

Y es que después de la sesión de fotografías, North se disfrazó de Michael Jackson en la portada de su disco Bad. Eso sí, por alguna razón se puso, porque se entiende que lo tenía su madre, el famoso sombrero blanco que llevaba el Rey del Pop en el videoclip de Smooth Criminal. Y lo ha manchado de maquillaje.

Obviamente las redes se han molestado con la familia Kardashian por volver a destrozar un legado que no les pertenece.