Es el año 2055, en España hay más de 100.000 menores en centros de acogida y la cifra va en aumento. En este oscuro contexto, un grupo de adolescentes entra en una casa para pasar un fin de semana. Uno de ellos es elegido para ser adoptado, pero antes ha de convencer tanto a sus futuros padres como a sus compañeros.

Esta distopía es el punto de partida de Adolescer 2055 (SM), un libro de teatro juvenil del director de cine, guionista y dramaturgo madrileño Roberto Santiago (Madrid, 1968). Autor de múltiples novelas infantiles y juveniles, recupera ahora esta obra que se estrenó por primera vez los días 24 y 25 de julio de 2015, en el Teatro Maravillas. 

Para la ocasión, esta historia en la que el amor, los celos y la muerte tienen papeles tan determinantes como en la vida, contó con una debutante Ester Expósito, quien compartía escenas con actores como María González Cortés, Fran Viciana o Alberto Pradillos, aunque la producción contó con dos elencos. 

Además del libreto original e íntegro de la obra, la edición del mismo incluye unas páginas finales, fácilmente identificables por su color negro, en las que el autor explica cómo vivió el estreno de la obra y da unas pinceladas sobre los actores, que en aquel entonces tenían entre 14 y 17 años.

Esas anotaciones comienzan por la noche de San Juan en la que todos leyeron el guion completo por primera vez, para exponer seguidamente pautas y consejos que ayuden a trasladar la historia de las páginas a un escenario; aglutinando directrices sobre escenografía, iluminación y vestuario, pues la publicación busca, sobre todo, acercar a los más jóvenes a leer e interpretar teatro.

Así lo explicó un emocionado Roberto Santiago en la presentación del libro, que tuvo lugar este miércoles 26 de octubre en el estudio de interpretación Primera Toma de Madrid. 

La localización no fue casualidad: allí se formaron los propios actores de la obra y la interpretaron, tal y como recordaron los protagonistas con múltiples anécdotas que incluyeron alguna lesión, una columna rota y, sobre todo, muchas risas.

De los nervios al rechazo: consejos para actores noveles

La presentación funcionó como una masterclass para los alumnos actuales de la escuela. Estos, con la ilusión reflejada en sus rostros, escucharon atentamente un acto liderado por Carme Chaparro en el que tuvieron la oportunidad de presenciar la lectura dramatizada de la escena primera de Adolescer 2055, interpretada por los también allí presentes Ester Expósito, en el papel de Ana María; y Gonzalo Lumbreras, en el de Basilio.

Pero la parte más interesante llegó cuando los actores noveles pudieron preguntarles cosas a los veteranos y al dramaturgo. Así, Expósito confesó que es una persona muy tímida y que, como tantos otros actores, detesta verse en pantalla porque tiene a ser injusta consigo misma.

Además, comentó que aún padece los nervios "que no son mariposas en el estómago, sino avispas" del principio ante cada estreno, aunque con los años había aprendido a gestionarlos mejor.

Tanto ella como Gonzalo Lumbreras dieron después algunos consejos para evitar hundirse tras los inevitables rechazos en los castings, algo muy común en un sector altamente competitivo en el que tienen que confluir múltiples factores para que se dé el éxito. 

La 'cara b' de la fama

Por su parte, Lumbreras recomendó hacer borrón y cuenta nueva tras una audición, y no pasarse las horas a la espera de una respuesta que a veces ni siquiera llega. 

Tanto Expósito como Roberto Santiago, —que se ha visto en muchas ocasiones en castings, pero al otro lado—, coincidieron al recalcar lo importante que es que los actores tengan claro que ser admitidos o no en un proyecto no tiene nada que ver con sus cualidades, sino con aspectos muy concretos que se buscan desde producción para dar vida a cada personaje. 

La protagonista de las primeras temporadas de Élite reflexionó también sobre la manera tan repentina en la que le vino la fama tras el estreno de la producción de Netflix. Sobre ello, dijo que celebró todas las oportunidades que se le abrieron, aunque en general fuese en ficciones comerciales. Eso sí, reconoció que en muchas ocasiones echaba de menos el anonimato.

En el acto estuvo también Berta Márquez, gerente editorial de Literatura Infantil y Juvenil de SM. Esta dejó claro que a este le seguirían múltiples textos teatrales que tratarían temas universales y necesarios para que los jóvenes se aficionen a este tipo de literatura y que incluso se atrevan, con las indicaciones de dramaturgos y directores, a llevarlos a las salas.