Entrevista

Jota Linares publica 'El último verano antes de todo': "La legitimación de ciertos discursos demuestra que el odio estaba escondido"

El director de cine y escritor Jota Linares.
El director de cine y escritor Jota Linares.
Carlos Ruiz B. K.
El director de cine y escritor Jota Linares.

La adolescencia es un período de la vida plagado de luces y sombras que conforma la personalidad adulta de las personas. Los veranos que transcurren en esta etapa vital son determinantes. Es por ello que el director de cine y escritor Jota Linares, con su primer libro, El último verano antes de todo (Planeta), nos traslada a un pueblo de la sierra gaditana, donde Ismael se despedirá de su madre enferma terminal a la par que se enfrentará al recuerdo de un asesinato acontecido en el pasado, que cambió su existencia y la de sus amigos por completo.

¿Qué pueden encontrar los lectores en El último verano antes de todo?
Un viaje a su recuerdo de adolescencia. Es una historia que vertebra dos tiempos que son el verano del año 2000, cuando yo era un adolescente de 17 o 18 años a punto de entrar en la universidad, y el invierno de 2018, cuando regresé al pueblo en el que crecí para vivir los últimos días de vida de mi madre. Es un viaje a los recuerdos de un adolescente y una madre soltera, que es mi propia madre. Quería que el lector se encontrara un viaje emocional tremendo, que está hilado a través de un crimen que ocurrió en aquel verano del año 2000 y marcó la vida de una pandilla de amigos que, desde entonces, no volvió a ser la misma.

¿Cómo fue pasar de la dirección cinematográfica a escribir un libro?
Fue complicado, primero porque tuve que dejar atrás el miedo y el vértigo que me dio cuando se planteó la posibilidad en firme de mi primera novela. No es lo mismo escribir un guion que escribir un libro. Son lenguajes completamente diferentes y me daba mucho respeto, porque soy muy lector.

¿Hay algún libro que le haya marcado en especial?La palabra más hermosa de Margaret Mazzantini me marcó muchísimo porque la persona que me lo regaló ya no está y es Roberto Pérez Toledo, y me lo dio justo cuando llegué a Madrid, una época muy dura, como la de todos los que llegamos a esta ciudad y nos queremos dedicar al periodismo o al arte. Me acuerdo que me lo terminé de leer en la línea 10 del metro, cuando iba a trabajar a la Fnac.

Esta obra, en cierto modo, ¿le ha ayudado a asimilar la pérdida de su madre?Sí, fue muy sanadora y curativa. Cuando empecé a escribirla habían pasado tres meses, casi cuatro, de la muerte. En ese momento estaba todo muy en carne viva y pude sanar muchas heridas, así como también despedirme de ella y tener una sensación de ‘mamá, esta es tu vida y la dejo aquí para que la gente pueda conocerla’.

¿Cuánto hay de autobiográfico en la novela?
Muchísimo. Hay mucha ficción, porque como dice uno de los personajes: 'para qué contar la verdad tal y como fue, si puedes hacerla más interesante'. Hay mucha verdad y capítulos durísimos que son todos reales, he sido muy honesto con lo que ocurrió. Tengo que meterme en las luces y también en las sombras.

Jota Linares.
Jota Linares.
Carlos Ruiz B. K.

¿Raúl y Lorenzo nacen de experiencias propias?
Nacen de un deseo que con el tiempo me di cuenta que hubiese podido pasar en la vida real. Es un capítulo que me preocupa mucho cómo se reciba, ya que es uno de mis favoritos y de los que menos se ha trabajado posteriormente. Los nombres están cambiados para no meter en un lío a nadie, tampoco el profesor daba clase de latín y griego, impartía otra asignatura, pero prácticamente todo lo que aparece es lo que escribí al principio, fue muy orgánico.

La obra mezcla realidad y ficción, tal y como usted expresa, ¿no es esta la mejor descripción de la vida?
Sí, por completo. La ficción y su capacidad para arreglar cosas, que es un poder que tiene nuestra profesión, así como nuestros propios recuerdos que como seres humanos nos traicionan, muchas veces, en el mejor sentido. Las cosas no ocurrieron tal y como las recuerdas en algunas ocasiones, sino que el paso del tiempo las va modificando, va creando diferentes recuerdos. Entonces, el poder de la ficción es tener esa capacidad de transformar la realidad.

¿Cuánta influencia hay de Algodonales, su pueblo natal, en el libro?
Mucha. Es un viaje de reconciliación con los orígenes porque hay que conocer mucho de dónde viene uno. Cuando has crecido en un pueblo de 5.000 habitantes, perdido en mitad de la Sierra de Cádiz, a finales de los 90… No es fácil salir del armario. Pero cuando también eres un niño raro, hijo de madre soltera, que te encanta el cine, leer y encima eres maricón, lo tienes todo en contra. Me pasaba como a Raúl: tenía un mapa mental del pueblo y sabía por qué calles no tenía que pasar a determinadas horas porque salía escaldado, o con insultos o me pegaban. Es algo que marca.

¿Algodonales se refleja en Laguna?Sí. Laguna es una mezcla de muchos de los pueblos blancos de la Sierra de Cádiz. Principalmente, es Algodonales, pero también tiene un poquito de Zahara de la Sierra, que es el pantano y esas calles en cuesta, El Gastor y Villamartín.

¿La novela le sirvió para reconciliarse, definitivamente, con Algodonales?
Sí, ya lo estaba bastante, pero es verdad que sirvió para cerrar esos recuerdos feos que tenía de la infancia. No es un sitio fácil para crecer cuando eres diferente, pero con el paso de los años, que es lo que quería reflejar en la novela, te reconcilias con esos orígenes y aprendes a abrazarlos. Me enternece mucho cuando voy y veo a chavales y chavalas jóvenes de la mano, o cuando ponen durante el orgullo la bandera arcoíris en la plaza… Creo que es un paso muy importante que se está dando en sitios tan cerrados. 

"A la palabra 'adiós' le tengo pánico"

El costumbrismo es un tema muy presente en la obra, ¿se está volviendo mainstream lo que antes era silenciado?
La globalización está haciendo que nos fijemos más en las pequeñas cosas y en los orígenes. Como ahora todo tiende a unificarse tanto, de repente aparece algo diferente y llama la atención, aunque realmente es lo de siempre, lo tradicional. Para mí algo muy importante en la novela era contar algo que conozco, y eso es el pueblo y cómo funciona, por ejemplo, cuando escribo sobre La Posada, el bar ficticio de Laguna, me fijo en cómo se distribuyen los grupos por las mesas de Algodonales, donde cada persona tiene su lugar y su estatus. 

En la obra hay muchos olores: jazmín, naranjas, sexo, fritura de pescado... ¿A qué olería este libro?Huele a vida, o eso me gustaría.

Y, ¿qué aroma tiene la vida?Huele a naranja, por la plaza de los naranjos, y a jazmín, que son las flores de la infancia, también a limón, porque me crie alrededor de un limonero que aún persiste. Para mí eso es la vida, un patio andaluz.

Entre las nuevas generaciones está muy presente la lucha del colectivo LGTBIQ+, ¿piensa que en entre los mayores está habiendo cambios reales de pensamiento?
Me da un poco de miedo, porque sí es verdad que esta legitimación de ciertos discursos de odio nos ha demostrado que esas generaciones, realmente, lo que estaban era escondidas. Lo que pasa es que antes, desde mi punto de vista, al menos se avergonzaban de decirlo, pero ahora no, eso es lo que me da miedo. Creo que es el momento de contar nuestras historias y vivencias.

Se aprecia una reflexión, en uno de sus capítulos, sobre lo que significa el 'adiós'.
Tiene un significado definitivo, me da mucho miedo esa palabra. Posee una connotación negativa, siempre digo 'hasta luego' en su lugar. La relaciono con amigos de mi edad que han muerto de forma prematura…
Cuando estuve frente al ataúd de mi madre, dije: 'adiós, mamá'. Y luego piensas: 'hostia que esto no es un adiós mamá de hasta luego, es un adiós definitivo'. Las palabras son muy importantes, de repente curan o hacen daño. A 'adiós' le tengo pánico.

Como director de cine, ¿piensa que esta historia podría saltar a la gran pantalla?
Me encantaría, pero que fuera una miniserie. No lo veo como película, me cuesta. Para hacer de esta novela una película habría que centrarse solo en una de las tramas, de esta manera funcionaría.

¿Hay algo planteado sobre la mesa?Se está hablando, existe la intención. Pero cuando estoy centrado en un proyecto y lo intento combinar con otro, siento que le estoy siendo infiel.

¿Tiene proyectos audiovisuales o literarios a futuro?
El año que viene ruedo mi siguiente película, una historia política muy importante para mí. Sacará a la luz historias del colectivo LGTBIQ+ que no se han visibilizado hasta ahora. Para hacer el guion hemos escuchado muchas historias que pasaron hace nada o que están pasando, como lobotomías y cosas, en general, muy locas… Es una película muy política y muy LGTBIQ+, la que más he hecho hasta ahora porque está centrada en el colectivo. A nivel literario, me encantaría. Pero necesito ver cómo el público recibe la novela, porque me provoca mucho interés. 

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