Antonio García fallecía el pasado mes de septiembre a los 96 años, lo que sumía a Ana Obregón en una tristeza desoladora, mitigada acaso por sus hermanos y sus amistades, que le recuerdan que a pesar de tanta muerte aún hay motivos para vivir. O eso se desprenden de sus primeras palabras tras reaparecer, de luto, este jueves.

La presentadora y actriz de 67 años ha asistido, con un vestido negro y detalles en rosa, diseño de Rubén Hernández, a la gala ELLE Cancer Ball 2022, donde se conmemoraba una campaña contra el cáncer de mama y se impulsaba a las estrellas que más visibilidad dan a este tipo de enfermedad. Obregón, de hecho, ha sido una de las premiadas. "Ayudar a los demás a través de la fundación de mi hijo me ayuda a mí", ha declarado.

La socialite se emocionó bastante ya desde el photocall, puesto que explicaba que ya solo le interesa asistir a actos de este tipo, porque al menos siente que puede aportar su grano de arena, ya que el resto de su vida más reciente han sido pérdidas (la de su padre, hace un año la de su madre y, por supuesto, la de su hijo, Aless Lecquio, a los 27 años).

Las emotivas palabras de Ana Obregón a Julio Iglesias: "Gracias por cuidar de mí en estos años difíciles"

"Llevo mucho tiempo sin salir de casa. Últimamente solo voy a cosas así", ha asegurado Ana, que ha resumido estas últimas semanas de la forma más sucinta posible: "Intentando sobrevivir, que no es poco". De hecho, al preguntarle por su regreso a TVE, ha puntualizado: "Trabajar es importante pero a mí lo que me consuela es ayudar a estar personas y colaborar para investigar el cáncer".

Ana, además de explicar que para ella el cáncer es "una pandemia silenciosa", ha asegurado que está inmersa en un libro sobre su hijo que llevará por título El chico de las musarañas. "Él escribió cuatro capítulos y no lo pudo terminar… Va a ser un homenaje a mi hijo. Y va a ser un libro que va a inspirar. Hay que sufrir tragedias para relativizar y para ver que hay que dar gracias. Yo doy las gracias por lo que he tenido y los que tienen, deben dar las gracias también", ha declarado.

Para finalizar, Ana Obregón ha desdramatizado sus mensajes en redes sociales, porque si bien la mayoría de ellos son desgarradores, ella se ha defendido explicando su nuevo oficio: "Lo mío sería ser influencer de sentimientos".