Un padre y su hija adolescente componen el retrato más antiguo de la historia. Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, ha logrado secuenciar a 13 individuos de una comunidad neandertal remota en Siberia, entre los que han identificado a varias personas relacionadas y que podía encontrarse al borde de la extinción. Esto ha permitido a los científicos extraer una idea de la organización social de estos homínidos.
Por primera vez, han podido reconstruir el retrato genético de una familia neandertal. Además de este padre y su hija, la comunidad parece estar compuesta por un pequeño grupo de parientes cercanos: entre diez y veinte miembros conectados a otros grupos principalmente a través de la migración femenina, según publican en la revista Nature.
El primer borrador del genoma neandertal se publicó en 2010 y, desde entonces, los investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva han secuenciado otros 18 genomas procedentes de 14 yacimientos arqueológicos diferentes de toda Eurasia. Si bien han proporcionado información sobre las líneas generales de la historia de los neandertales, todavía se sabe poco de las comunidades neandertales individuales.
Para explorar la estructura social de los neandertales, los investigadores dirigieron su atención al sur de Siberia, una región que ha sido muy fructífera para la investigación del ADN antiguo, incluido el descubrimiento de restos de homínidos denisovanos en la famosa cueva de Denisova. Gracias a los trabajos realizados en ese lugar, se sabe que las dos especies estuvieron presentes en esta zona durante cientos de miles de años, y que ambos interactuaron entre sí. Así lo demostró el hallazgo de un niño de padre denisovano y madre neandertal.
Las cuevas de Chagyrskaya y Okladnikov
En su nuevo estudio, los investigadores se centraron en los restos neandertales de las cuevas de Chagyrskaya y Okladnikov, situadas a menos de 100 kilómetros de la de Denisova y donde estos homínidos residieron brevemente hace unos 54.000 años. Los científicos han logrado recuperar el ADN de 17 piezas, el mayor número de secuenciado en un solo estudio.
Durante los últimos 14 años, investigadores del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Academia de Ciencias de Rusia han excavado en la cueva de Chagyrskaya, donde se han hallado varios cientos de miles de herramientas de piedra y huesos de animales y más de 80 fragmentos de huesos y dientes de neandertales, uno de los mayores conjuntos de estos humanos fósiles no sólo de la región sino del mundo.
Los neandertales de Chagyrskaya y Okladnikov cazaban íbices, caballos, bisontes y otros animales que migraban por los valles fluviales y recogían materias primas para sus herramientas de piedra a decenas de kilómetros de distancia. La aparición de estas sustancias en la cueva de Chagyrskaya y la de Okladnikov apoya también los datos genéticos de que los grupos que habitaban estas localidades estaban estrechamente vinculados.
Estudios anteriores de un dedo fósil de la cueva de Denisova demostraron que los neandertales también habitaron las montañas de Altái mucho antes, hace unos 120.000 años. Sin embargo, los datos genéticos muestran que los de las cuevas de Chagyrskaya y Okladnikov no son descendientes de estos grupos anteriores, sino que están más relacionados con los europeos.
Trece individuos neandertales
Los 17 restos proceden de 13 individuos neandertales: 7 hombres y 6 mujeres, de los cuales 8 eran adultos y 5 niños y adolescentes. En su ADN mitocondrial, los investigadores encontraron varias de las llamadas heteroplasmias que compartían los individuos, un tipo especial de variante genética que solo persiste durante un pequeño número de generaciones.
"Por primera vez, podemos utilizar la genética para estudiar la organización social de una comunidad neandertal"
Entre estos restos, estaban los del padre neandertal y su hija adolescente, así como los de una pareja de parientes de segundo grado: un joven y una mujer adulta, quizá una prima, tía o abuela. La combinación de heteroplasmias e individuos emparentados sugiere fuertemente que los neandertales de la cueva de Chagyrskaya debieron vivir -y morir- más o menos al mismo tiempo.
"El hecho de que vivieran al mismo tiempo es muy emocionante. Esto significa que probablemente procedían de la misma comunidad social. Así que, por primera vez, podemos utilizar la genética para estudiar la organización social de una comunidad neandertal", afirma Laurits Skov, primer autor de este estudio.
Una comunidad en peligro de extinción
Otro hallazgo sorprendente para los investigadores es la bajísima diversidad genética dentro de esta comunidad neandertal, consistente con un tamaño de grupo de 10 a 20 individuos. Esta cifra es muy inferior a las registradas en cualquier comunidad humana antigua o actual, y se asemeja más al tamaño de los grupos de especies en peligro de extinción.
Sin embargo, los neandertales no vivían en comunidades completamente aisladas. Al comparar la diversidad genética del cromosoma Y -que se hereda de padres a hijos- con la del ADN mitocondrial -procedente de las madres-, los investigadores pudieron responder a la pregunta de si fueron los hombres o las mujeres quienes se desplazaron entre comunidades.
Descubrieron que la diversidad genética mitocondrial era mucho mayor que la del cromosoma Y, lo que sugiere que estas comunidades neandertales estaban vinculadas principalmente por la migración femenina. A pesar de la proximidad a la cueva de Denisova, estos movimientos no parecen haber implicado a los denisovanos.
"Nuestro estudio ofrece una imagen concreta de cómo pudo ser una comunidad neandertal. Hace que los neandertales me parezcan mucho más humanos", destaca Benjamin Peter, último autor del estudio.
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