El pederasta de los Maristas entrará en prisión seis años después de su confesión: el Supremo ratifica la condena de 21 años de cárcel

  • Benítez ha afirmado que esperaba una rebaja de tres o cuatro años de la pena por haber "dado la cara".
  • El padre que destapó el caso lamenta que la condena firme no haya llegado hasta ahora: "No hay justicia".
El pederasta confeso del colegio de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez.
El pederasta confeso del colegio de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez.
EUROPA PRESS
El pederasta confeso del colegio de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez.

"No hay justicia cuando la justicia tarda casi siete años en dictaminar sobre un pederasta confeso desde el minuto uno". Con estas palabras ha reaccionado este miércoles Manuel Barbero, padre de uno de los menores de los que abusó sexualmente Joaquín Benítez, exprofesor de los Maristas de la capital catalana, tras conocerse que la condena para él ya es firme. Y es que aunque confesó en febrero de 2016, fue en 2019 cuando la Audiencia de Provincial de Barcelona sentenció que deberá pasarse 21 años y 9 meses en prisión, y el Tribunal Supremo no lo ha ratificado hasta ahora. Así, Benítez todavía no ha entrado en la cárcel, pues se le dejó en libertad provisional a la espera del fallo definitivo.

La sentencia del Supremo, difundida este miércoles, confirma la condena impuesta al exprofesor, que impartía educación física en los Maristas del distrito de Les Corts de Barcelona, por abusar sexualmente de cuatro menores de entre 12 y 14 años entre 2006 y 2009. Alrededor de una veintena de estudiantes más denunciaron haber sido víctimas de Benítez, pero cuando lo hicieron, su caso estaba prescrito.

El fallo del alto tribunal desestima los recursos que presentaron el profesor y la compañía de seguros del colegio, Generali España, declarada responsable civil directa de las indemnizaciones a las víctimas, que ascienden a 120.000 euros en total.

Aunque ante el Supremo Benítez volvió a reconocer algunos de los abusos, negó otros, y consideró que no podía ser condenado por ellos porque las secuelas que presentaban los niños podían tener otra causa y no había otras pruebas que los corroboraran. Sin embargo, la sentencia afirma que "las declaraciones de los cuatro menores" fueron "detalladas y sin contradicción" y que los informes periciales médicos son "elementos de corroboración muy relevantes".

Así, el alto tribunal considera que existen elementos suficientes para sustentar la condena por delito continuado de abusos sexuales con agravante de prevalimiento, pues señala que Benítez actuó prevaliéndose de su "superioridad" frente a los menores, "por su condición de profesor".

El Supremo subraya, además, que los cuatro chicos dejaron claro que "el patrón de la acción criminal fue similar": eran alumnos de primero o segundo de ESO que destacaban en la asignatura de educación física, y la mayor parte de los abusos se produjeron en el despacho del exprofesor, cuando los niños eran llamados después de clase tras haber manifestado algún tipo de dolencia física.

Asimismo, el alto tribunal señala que el testimonio de las víctimas se corrobora con el informe forense sobre el condenado. Este lo describió como una persona "narcisista, sin ninguna capacidad empática, con una baja afabilidad, una alta predisposición a la dominancia y nula conciencia de anomalía". También apuntó que confesó "tener fantasías sexuales similares a las acciones que son objeto de enjuiciamiento".

En cuanto a la aseguradora del colegio, la sentencia establece que es responsable civil directo y debe responder por los daños y perjuicios causados. Según el Supremo, no puede alegar que la póliza no cubría un delito doloso, ya que esa excepción solo opera en la relación interna entre asegurador y asegurado y no en relación con los menores perjudicados.

La sentencia no considera a la escuela “productora del daño”, pero sí le reprocha haber adoptado una “conducta imprudente por la falta de control” sobre los comportamientos de sus empleados.

Tras el fallo del Supremo, la Audiencia de Barcelona, como tribunal sentenciador, deberá ejecutar la resolución y ordenar el encarcelamiento de Benítez.

Benítez: "Pido perdón"

Benítez ha afirmado en declaraciones a TV3 que esperaba una rebaja de tres o cuatro años de la condena por haber "dado la cara". 

"Pido perdón a la gente que se ha sentido perjudicada por mí y o por mis malas actuaciones", ha añadido el exprofesor de los Maristas.

Benítez ha atendido a la televisión pública escondiendo el rostro con un pasamontañas, que ha justificado por "una mínima prudencia" ante su entrada inminente en la prisión. Ha indicado que cree que ingresará en Puig de les Basses en un plazo que puede ser de 10 o 15 días.

Críticas del padre que destapó el caso

Barbero, que fue el primer padre que destapó el caso y es fundador de la asociación Mans Petites -contra los abusos sexuales a menores-, además de criticar el tiempo que ha pasado hasta que la sentencia ha sido firme, ha lamentado que el exdocente "sea denunciado por 26 víctimas y solo sea condenado por cuatro".

Asimismo, ha dicho que "no es justicia que se presenten casi 100 denuncias contra diferentes profesores de los Maristas y no haya habido una investigación" y ha augurado que ni Benítez ni el resto de docentes "pagarán por todo lo que han hecho". "La justicia que solo busca castigar al agresor sin tener en cuenta la restauración de la víctima no es justicia", ha añadido. 

Los Maristas muestran "satisfacción"

"Expresamos nuestra satisfacción por el pronunciamiento de la justicia, es una condena que habíamos reclamado de forma reiterada", han sostenido los Maristas en un comunicado este miércoles.

Han recordado que "la primera denuncia a la Fiscalía que recayó sobre el exprofesor" la cursaron ellos mismos, y han recalcado que desde 2013 cuentan con una política provincial que incluye protocolos de prevención y protección en las escuelas y obras sociales.

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