El director general de los Mossos, Pere Ferrer, ha negado este martes injerencias políticas en el cuerpo policial y ha atribuido el relevo de Josep Maria Estela como comisario en jefe a una situación de "falta de alineamiento con un objetivo estratégico del Govern”, el de la feminización de la cúpula. 

En declaraciones a la emisora Catalunya Ràdio, Ferrer ha defendido la valía de Eduard Sallent y ha asegurado que "no hay interinidad" en su nueva tarea como número uno de los Mossos. 

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El director general ha reivindicado la apuesta por un equipo colegiado al frente de la prefectura y la necesidad de que haya "visiones diferentes", aunque ha admitido que esto puede generar "tensiones". 

También ha subrayado que el "ruido mediático" suele aparecer cuando hay procesos de promoción de comisarios.

Ferrer ha asegurado que la promoción de seis nuevos comisarios fue el "punto de inflexión" que llevó al relevo de Estela, y no ha querido entrar en el pulso que intentó hacer el hasta el pasado lunes comisario en jefe el pasado mes de junio pidiendo la destitución de Eduard Sallent como miembro de la prefectura con el argumento de que había injerencias políticas. El director general de la policía catalana ha negado que haya  defendido que el cuerpo de Mossos d’Esquadra sí que tiene una "orientación política".

"Conversaciones pueden haber tenido muchas, esta puede haber sido una", ha indicado Ferrer al ser preguntado por este pulso planteado por Estela antes del verano, pero ha insistido en que el desacuerdo ha sido ahora, en el momento en el que Estela "no se ve con fuerza para defender ante la organización" la promoción de cuatro comisarias y dos comisarios que habían obtenido la máxima puntuación en un informe técnico que él mismo ayudó a elaborar.

En este sentido, ha remarcado que hace solo dos convocatorias que se elabora este informe técnico, porque antes los cargos se escogían a dedo, y ha subrayado que cada vez que ha habido un proceso de selección de comisarios ha habido "ruido mediático", precisamente para "condicionar" esta elección, haciéndose públicos debates internos que ha defendido que se producen en todas las organizaciones. En su opinión, hay que anteponer el interés general, porque "la preocupación de la ciudadanía es otra".

"Visiones diferentes, pero complementarias"

Ferrer ha asegurado que cuando se optó por una dirección colegiada al frente de los Mossos se hizo sabiendo que Estela y Sallent tenían visiones "diferentes", pero también "complementarias", y ha opinado que eso es positivo. "Trabajar con un equipo de personas con visiones diferentes suma y no es malo que alguien opine diferente a ti, porque tener a personas diferentes a tu alrededor te hace más bueno", ha argumentado.

En este punto, ha asegurado que el comisario Sallent es una persona de una "valía personal y profesional que muchas organizaciones públicas y privadas querrían tener a su lado, con una visión que va más allá del día a día".

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, comparecerá a petición propia en el Parlament para dar cuenta del cambio en la prefectura

Después de que el exconseller Miquel Sàmper haya asegurado que hay personas que presionan para frenar investigaciones policiales, Ferrer ha replicado que es "muy grave" atacar la honorabilidad de Sallent y en general de toda la Comisaría General de Investigación Criminal con estas acusaciones. "¿Alguien cree que en este país si alguien recibe la orden no pondría el grito en el cielo? Hacer suposiciones de esta gravedad está fuera de lugar", ha lanzado.

En cuanto a las quejas de los sindicatos policiales, ha reconocido que hay "malestar", y lo ha atribuido al "ruido mediático, que no ayuda y distorsiona". "Hay un trabajo de fondo que cuando el ruido es muy grande podemos estar distraídos", ha avisado Ferrer, que también ha reconocido que siete cambios en cinco años en la cúpula el cuerpo "no es el deseable".

El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, comparecerá a petición propia en el Parlament para dar cuenta del cambio en la prefectura.