La Universidad Autónoma de Barcelona, UAB, ha inaugurado este viernes la Oficina de Estudios Japoneses, desde donde se quiere promover el estudio y la investigación de la lengua y la cultura japonesas. El espacio tiene el reconocimiento de la Japan Foundation, una institución adscrita al gobierno de Japón.

La UAB, que es la universidad con más estudiantes de japonés del Estado y la primera en acoger los exámenes oficiales de lengua japonesa, es la primera con una oficina Sakura Network de estudios japoneses, así como la única que acoge sedes de las instituciones culturales oficiales de China, Corea del Sur y Japón. La oficina se encuentra en el campus de Bellaterra, en Cerdanyola del Vallès.

La red Sakura depende de la Japan Foundation, la institución gubernamental dedicada a la promoción de la lengua y la cultura japonesas en todo el mundo, y está dedicada a la mejora constante de la enseñanza de los estudios japoneses. La nueva sede, ubicada en el Módulo de Investigación A del Parque de Investigación UAB, permite al personal de la Universidad dedicado a la docencia de estudios japoneses tener un canal directo de relación con Japan Foundation, implicarse en proyectos de mejora de la didáctica de la lengua y la cultura japonesas o impulsar actividades culturales y divulgativas.

Desde la oficina se quiere ofrecer cursos abiertos de japonés a partir del próximo mes de febrero, entre otras actividades. El espacio se suma a las delegaciones lingüísticas y culturales de Portugal, Corea del Sur y China, que ya tienen sede en la UAB.

Excelencia oriental

De hecho, la UAB es la única universidad catalana que ofrece estudios de Asia oriental tanto a nivel de grado como de máster, y se consolida con esta nueva sede como la institución de educación superior líder en las relaciones no sólo con Japón sino con Asia Oriental. Logra así el objetivo de establecer una colaboración directa con las instituciones oficiales culturales de los tres países comprendidos en este ámbito de estudio.

El propio Módulo de Investigación A acoge las sedes del Instituto Confucio Barcelona y del Instituto Rey Sejong, las instituciones de China y Corea del Sur, respectivamente, que cumplen una tarea equivalente a la del Instituto Cervantes del gobierno español o el Institut Ramon Llull del gobierno de la Generalitat.