Un nuevo concepto de atención en las residencias de mayores se empieza a dibujar en la Comunidad de Madrid. La Consejería de Familia, Juventud y Política Social ha licitado la reforma de seis centros situados en la capital (4), Móstoles y Leganés para implantar "unidades de convivencia" que permitan un "modelo de atención centrado en la persona". Este lenguaje técnico esconde la creación de una suerte de "viviendas" con más habitaciones individuales que compartidas, baños, salas comunes y, en general, espacios más familiares y cómodos en los que se atenderán, como máximo, a 25 residentes. 

"El objetivo es ofrecer una atención residencial centrada en la persona, con espacios más personalizados y parecidos a un hogar", ha subrayado la consejera Concepción Dancausa sobre este concepto. "Esto favorecerá las relaciones interpersonales y la conservación de las capacidades cognitivas y funcionales de los mayores", ha agregado. 

"Son espacios más íntimos y reducidos dentro de la propia residencia", rezan los pliegos de la licitación. En estos espacios convivirá un grupo reducido de personas, a las que se les proporcionarán "los apoyos necesarios en su vida cotidiana". De hecho, cada mayor tendrá una persona de referencia que será su interlocutora con sus familiares y con la dirección del centro. 

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Las rutinas, la decoración de los espacios y su disposición intentarán asemejarse lo máximo posible a la vida en una vivienda convencional para que el residente sienta que está "en un nuevo hogar", añade la documentación del proyecto.

El nuevo concepto llegará a las residencias públicas de gestión indirecta Plata y Castañar, Usera, Peñuelas y Madrid Sur en la capital; a la de Parque Coimbra, en Móstoles; y al centro Parque de los Frailes, en Leganés. La consejería ha hecho esta selección por varios motivos, entre los que destacan la facilidad para llevar a cabo la adaptación por las características de estos edificios y el perfil de los residentes.

Más del 70% de residentes de estos centros son mujeres que en tres de cada cuatro casos presentan una gran dependencia. "Requieren una atención muy especializada y constante, por se adaptan perfectamente a las características más familiares de las unidades de convivencia", han señalado fuentes de la consejería.

La reforma de estos centros residencias también se acometerá con el criterio de que se elimine el menor número de plazas posible, que es una de las consecuencias inevitables de la transformación. En este sentido, el departamento que dirige Dancausa estima que se perderán en torno a 100 plazas del total de 1.180 que tienen autorizadas estos seis centros en total.

En el desarrollo de la iniciativa piloto se invertirán en torno a 1,5 millones de euros, pero la Comunidad tiene casi 19 millones procedentes de los fondos europeos para ir implantando este modelo en otras residencias públicas de mayores de la Agencia Madrileña de Atención Social.

La previsión es que las obras se adjudiquen en los próximos meses y puedan empezar ya en 2023. El plazo de ejecución se extiende hasta 2026, según consta en el  calendario que han pactado la Comunidad y el Gobierno central.

Antes, está previsto que este modelo se implante en la residencia de mayores de Navalcarnero, en una iniciativa que se ha llevado en paralelo a la inversión que se prevé con los fondos Next Generation. De momento, este es el proyecto más avanzado,  porque ya está en fase de redacción. En este centro se van a crear tres módulos de 24 residentes, tres de 18, dos de 20 y uno de nueve. Todos ellos tendrán su sala de estar-comedor de unos 10 metros cuadrados por usuario, un office y zona de control de personal, con los servicios comunes ubicados en la planta baja.