La inflación frena al 8,9% en septiembre, pero el precio de alimentos como el arroz, el queso o los huevos sigue escalando

  • Los alimentos se convierten en el motor principal de la inflación por primera vez desde que arrancó la crisis.
  • El transporte público se anota bajadas históricas por la gratuidad de Cercanías y las bajadas de comunidades y ayuntamientos.
Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
ROBER SOLSONA /EP
Una mujer camina frente a un puesto de verduras en el Mercado Central de Valencia.
Evolución del IPC entre octubre de 2020 y septiembre de 2022.
Europa Press

La inflación se moderó hasta el 8,9% interanual el pasado septiembre, gracias al alivio en los precios de la electricidad y los combustibles, dos de los productos que más están contribuyendo al auge de los precios en esta crisis energética que se prolonga ya durante más de un año y que se ha visto agravada por la invasión rusa de Ucrania. Así se desprende de los datos del Índice de precios de consumo (IPC) que ha hecho público este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El dato de septiembre, ya definitivo, es una décima inferior al avance que el INE había publicado a finales del mes pasado y sitúa este indicador por debajo de los nueve puntos por primera vez desde el pasado mayo. Si se mide la inflación mes a mes y no en términos interanuales como suele ser habitual, se observa una bajada de siete décimas en comparación con el dato de agosto. En este caso se trata de la caída más pronunciada registrada en más de un año.

Sin embargo, aunque el índice general de precios acumula ya dos meses consecutivos a la baja (medido en variación interanual), la mayoría de los casi 200 productos cuyo precio monitoriza el INE siguieron encareciéndose en septiembre. En concreto, 108 aumentaron de precio (el 55%) aumentaron aún más de precio, buena parte de ellos alimentos. Productos básicos como el arroz (un 13,2% más caro que hace un año), el queso (16,1%), la carne de cerdo (11,2%) o los huevos (23,6%) aumentaron aún más su precio en comparación con el dato interanual de agosto.

En el otro lado del espectro, entre los 61 productos medidos en el IPC que sí han moderado su subida (hay 29 que se mantienen estables) destaca entre todos la electricidad, que en septiembre era un 20,2% más cara que el año previo (40 puntos porcentuales menos que en agosto). 

También es llamativa la caída en el precio de los transportes colectivos de viajeros, muy influida tanto por la gratuidad en los trenes de Cercanías y media distancia aprobada por el Gobierno central, como por las rebajas que han aplicado a otros medios de transporte público las administraciones regionales y locales. En este caso, el precio del transporte de pasajeros es un 38,7% más barato que en septiembre del año pasado. Una bajada que también se extiende al metro (-12,8%) y el autobús (-12,3%). 

De igual manera, destaca el frenazo en la inflación de los combustibles. En septiembre, la gasolina apenas era un 2,5% más cara que el año previo, una reducción de 7,5 puntos en comparación con el dato interanual de agosto. En el caso del gasóleo, el alivio ha sido mucho más discreto. Este combustible seguía en septiembre un 26,1% más caro que el mismo mes del año previo, tres décimas menos que en agosto.

Los alimentos se convierten en protagonistas

Que las bajadas en la inflación no se noten en la mayoría de todos los productos tiene mucho que ver con la nueva dinámica que está siguiendo la crisis inflacionaria. Hasta agosto, el gasto en vivienda (incluye factura de la luz y gas) y en transporte (incluye los combustibles) siempre habían sido responsables de más de la mitad del aumento del IPC interanual. 

Sin embargo, las cosas han cambiado. Ahora, estas dos partidas, muy vinculadas a la crisis energética, aportan algo más de un tercio al alza de precios, mientras que los alimentos por sí solos ya son culpables de más de una tercera parte de la inflación. El resto de partidas también han ido ganando protagonismo, lo que apunta a que una inflación que en principio solo se focalizaba en los productos energéticos (que son muy volátiles) está cada vez más extendida y se ha filtrado ya de pleno al núcleo principal de precios.

Esto está provocando que el índice subyacente (el que mide la inflación, pero excluye los precios de la energía y los alimentos no elaborados) apenas se haya reducido dos décimas hasta el 6,2% interanual. De hecho, en términos mensuales, la inflación subyacente ha aumentado dos décimas, lo que refleja que los altos costes energéticos se siguen trasladando al resto de productos.

Además, es esperable que este fenómeno se siga produciendo todavía durante varios meses más. En sus proyecciones macroeconómicas otoñales publicadas recientemente, el Banco de España estima que la inflación subyacente apenas se reducirá cuatro décimas en 2023 en comparación con 2022. La razón es que estiman que muchas empresas seguirán trasladando a sus precios finales los incrementos de costes que han sufrido estos meses.

Tras el último movimiento a la baja del IPC, ya son seis las comunidades autónomas que registran una inflación inferior a la media. Se trata de Baleares (8,9%), Cataluña (8,5%), País Vasco (8,5%), Cantabria (8,3%), Canarias (8,2%) y Madrid (7,8%). Con aumentos superiores a la media aparecen Comunidad Valenciana (9%), Asturias (9%), Galicia (9,2%), Andalucía (9,2%), Extremadura (9,4%), Aragón (9,4%), Murcia (9,5%), La Rioja (9,7%), Navarra (9,8%), Castilla y León (10%) y Castilla-La Mancha)

Mostrar comentarios

Códigos Descuento