• Ofrecido por:

Entrevista

Naiara Larrakoetxea: "Al alumnado sordo se le niegan sus derechos lingüísticos en todas las etapas educativas"

  • Larrakoetxea es la secretaria general de la Confederación Estatal de Personas Sordas.
Naiara Larrakoetxea, secretaria general de la Confederación Estatal de Personas Sordas
Naiara Larrakoetxea reivindica los derechos del alumnado sordo.
cedida
Naiara Larrakoetxea, secretaria general de la Confederación Estatal de Personas Sordas

En España se calcula que hay unos 9.500 escolares sordos. A esta cifra habría que añadir las personas que acuden a la universidad. Todos ellos, en mayor o menor medida, necesitan algún tipo de adaptación para poder seguir las clases como el resto de los alumnos. Sin embargo, a la hora de la verdad, esto no es así, y como afirma Naiara Larrakoetxea, secretaria general de la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), ni siquiera tienen garantizado un derecho, el de recibir las clases en tu lengua, que para ellos es, en muchos casos, la lengua de signos.

¿Cuántos alumnos sordos se calcula que hay en España?Según datos del INE (Encuesta EDAD, 2021), hay un total de 1.230.200 personas sordas mayores de seis años. Según esta misma encuesta, la cifra de niñas y niños sordos de entre 6 y 15 años de edad en España es de 5.300. Si bien, hablamos de un colectivo enormemente diverso sobre el que es difícil recopilar datos. Por todo ello, es complicado poder dar una cifra exacta, pero los últimos datos del Ministerio de Educación indican que en el curso escolar 2021-2022 serían sin duda, alrededor de 9.500. A esto, además, habría añadir estudiantes que no han declarado ser personas sordas, así como todas las personas sordas que cursan estudios de nivel universitario.

¿Es distinto el porcentaje de fracaso o abandono escolar en este colectivo?El alumnado sordo parte de una situación de desventaja innegable en tanto en cuanto somos miembros de una minoría sociolingüística que no tiene sus derechos lingüísticos garantizados. Somos un colectivo, además, tempranamente medicalizado: a la inmensa mayoría de los niños y niñas sordas hoy en día se les proporciona un implante coclear que, en ningún caso garantiza resultados, sin proporcionar acceso a la lengua de signos. Esto es una apuesta con un riesgo altísimo, cuyo coste vital lo asume la persona sorda, y que está produciendo casos de privación lingüística muy graves.
El abandono escolar va unido en gran medida a este fenómeno, así como a las barreras que se encuentran las alumnas y los alumnos a lo largo de toda su trayectoria. El desconocimiento que hay aún hoy en día entre profesionales que trabajan con personas sordas es, sin duda, una de estas barreras. En muchos casos se imponen adaptaciones y se desmotiva al alumnado sordo que, ya de por sí, realiza un esfuerzo ingente para poder avanzar al mismo ritmo que sus compañeros oyentes, en un contexto que no está preparado para atender al alumnado sordo.
Respecto al porcentaje, no se dispone de datos oficiales del Ministerio desglosados para personas con discapacidad. Solo contamos con datos de la Encuesta de Población Activa (2020), que sitúa en un 16% la tasa de abandono educativo temprano (antes de acabar la enseñanza obligatoria) del alumnado con discapacidad.

Año tras año se repite la misma situación: llega septiembre y el alumnado sordo se encuentra con que no hay intérprete de lengua de signos

¿Cuáles son las mayores dificultades con las que se encuentran estos alumnos?En la primera infancia, se sigue negando el acceso a la lengua de signos, la única herramienta que garantiza un 100% de accesibilidad a los menores sordos y a sus familias. Lejos de promoverse, se intenta desincentivar y desinformar a las familias que optan por ella. Muchas de estas situaciones se reflejaron en el 'Estudio sobre la Situación Educativa de la Juventud Sorda en España’. Se sigue intentando dividir a las personas sordas entre 'oralistas' y 'signantes'. Se sigue pensando que el alumnado sordo no tiene capacidad para realizar estudios superiores, se sigue imponiendo itinerarios, adaptaciones y recursos sin atender a nuestras demandas. A una alumna en estudios superiores que tiene claras sus preferencias comunicativas, conoce los recursos y conoce sus capacidades, no puedes negarle ni imponerle soluciones en materia de accesibilidad. Y se sigue haciendo a día de hoy. Hay también un gran desequilibrio entre comunidades autónomas, incluso entre provincias de la misma Comunidad, así como una enorme falta de recursos.  

¿Qué apoyos -técnicos y humanos- necesitan?Hacen falta apoyos técnicos, humanos y también económicos, porque cualquier compromiso que carezca de inversión va a ser inviable. En cualquier caso, los apoyos varían notablemente según el nivel educativo y las necesidades específicas de cada alumno. Desde educación infantil hasta la universidad las necesidades son muy diversas. Hacen falta ayudas técnicas. Hacen falta, sin duda alguna, intérpretes de lengua de signos; más y mejores intérpretes de lengua de signos. Hacen falta profesionales sordos, hacen falta especialistas en lengua de signos… Son diferentes figuras profesionales que se deben incorporar con una formación, unas competencias y siguiendo criterios de calidad acorde a los requerimientos de cada nivel.  

¿Los suelen encontrar en colegios ordinarios?En el ámbito educativo, cuyo objetivo fundamental es el desarrollo integral, se debe tener en cuenta la diversidad del alumnado y concretamente del alumnado sordo, de todas las edades y en todos los niveles educativos. Por lo tanto, no se pueden negar sus derechos lingüísticos. Los centros ordinarios, y en función de los recursos con los que cuente cada centro, pueden ser adecuados para algunos alumnos sordos, pues está ampliamente demostrado que cualquier persona y, especialmente cualquier niño, aprende más y mejor en su lengua materna. No obstante, al alumnado sordo se le siguen negando sus derechos lingüísticos en todas las etapas educativas. 

Existen colegios preferentes, ¿en qué consisten?La incorporación de la lengua de signos (con criterios de calidad) en el sistema educativo solo es posible si se disponen de los recursos personales, estructurales y materiales precisos. Los centros preferentes están (o deberían estar) especialmente preparados para atender al alumnado sordo, teniendo en cuenta la diversidad del colectivo, y poder ofrecer a cada alumno la respuesta integral que necesita para su pleno desarrollo en términos lingüísticos, pedagógicos… Por ello, cuentan con una serie de recursos (humanos, técnicos, estructurales…) que no se encuentran en un centro ordinario. Favorecen también la inclusión del alumnado sordo poniéndolo en relación con otros compañeros, docentes y profesionales sordos/as que les sirvan de modelo lingüístico y faciliten su desarrollo pleno. Hay que tener en cuenta que el alumnado en modelos de integración muchas veces no conoce más personas sordas, no coincide con compañeros sordos, no tiene amigos ni familiares que compartan y entiendan plenamente su situación. 

La gran mayoría de centros educativos no cuentan con especialistas en lengua de signos ni con profesionales sordos que puedan servir de referente

Existe una ley que dice que se debe garantizar la presencia de la lengua de signos allí donde haya una persona sorda y no se la discrimine por el hecho de utilizarla. ¿Se cumple?Existe una ley específica de lengua de signos, pero existe mucha más legislación en la que podemos basarnos para defender el derecho de la infancia sorda a ser educada en su lengua. Año tras año, y en todo el Estado, se repite la misma situación: llega septiembre y el alumnado sordo (en todos los niveles educativos) y sus familias se encuentran con que no hay intérprete de lengua de signos, con que no se le cubren todas las horas lectivas, o le cambian de intérprete, con el trastorno que ello supone… Por supuesto, esto se refiere a derechos más o menos asentados. Ni que decir tiene, que la gran mayoría de centros educativos aún no cuentan con especialistas en lengua de signos, ni con profesionales sordos que puedan servir de referente identitario y lingüístico para los menores sordos. 

¿No hay suficientes profesores formados en lengua de signos?Como decíamos antes, la lengua de signos es una lengua, y como tal debe ser tratada y enseñada debidamente. La figura profesional que debe impartir lengua de signos, que está formada específicamente para ello, es la de especialista en lengua de signos española y especialista en lengua de signos catalana. Es por ello por lo que, desde la CNSE, reivindicamos su reconocimiento y su incorporación al sistema educativo. El común del profesorado puede tener algún conocimiento de lengua de signos, pero ningún profesional con un nivel B2 del MCER (Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas) está capacitado para impartir la enseñanza de dicho idioma.
Debemos tener en cuenta, además, la situación de especial vulnerabilidad de las lenguas de signos. Tras siglos de discriminación lingüística, debemos cuidar las lenguas de signos como el tesoro que son, y tratarlas con el respeto que merecen. Constituyen una parte fundamental de nuestra cultura e identidad y por ello, son los y las profesionales sordas quienes deben encargarse de su enseñanza, transmitiendo al mismo tiempo la inherente carga en tanto que minoría sociolingüística que somos las personas sordas. Estas profesionales están capacitadas para hacerlo de forma profesional, responsable y respetuosa para con nuestra lengua.   

Y aparte de la lengua de signos, ¿en qué disciplinas debería estar formado el profesor que va a impartir clases a un niño sordo?El profesorado que atiende a una alumna sorda/o debería, efectivamente, estar formado en lengua de signos y tener conocimientos sobre la comunidad sorda, idiosincrasia, historia… al igual que conoce los del resto del alumnado. También debería conocer cuáles son los derechos específicos del alumnado sordo en tanto que miembros de una minoría sociolingüística y personas con discapacidad. Y fundamentalmente, deben conocer la gran diversidad presente en la comunidad sorda, ya que no hay dos personas sordas iguales. Cada alumna/o tiene su bagaje y su contexto sociofamiliar, su lengua materna, sus preferencias, unas necesidades específicas y su propio carácter y personalidad que deben ser respetadas. 

¿Qué otros métodos alternativos de comunicación pueden usarse para comunicarse con el alumno?Se deben respetar las opciones que escoja cada alumno, cada persona sorda toma sus propias decisiones y como tal deben ser respetadas. Pero tener acceso a la lengua de signos desde la primera infancia es un seguro de vida. Cualquier comunicación plena que pretenda ser respetuosa con la legislación vigente y con los derechos de las personas sordas, debe contemplar la lengua de signos. Y efectivamente, existen a día de hoy muchos menores sordos/as que no conocen su lengua. Se está condicionando el desarrollo de las personas sordas que, llegado el momento, somos quienes sufrimos toda esta dejadez por parte de las instituciones.  

Si a un niño sordo le niegas su lengua, le estás negando su pleno desarrollo

¿Cómo debería ser, según su criterio, la escolarización de un niño sordo?No se trata de un criterio personal. La educación en lengua de signos es un derecho, que así está reconocido, pero que aún no se respeta y mucho menos, se garantiza. Podemos apelar a la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la Convención de los Derechos del Niño, a la Ley 27/2007, a la Constitución Española… lo cierto es que hay mucha legislación que a día de hoy no se está cumpliendo. La escolarización de cualquier niño o niña sorda debe cumplir todos esos criterios y respetar las decisiones informadas. Las instituciones públicas están obligadas a garantizar una educación bilingüe (lengua de signos y lenguas orales) para todas las personas sordas. Está basado en algo tan evidente y de sentido común como es la igualdad de oportunidades. Si a un niño o niña sorda le niegas su lengua, le estás negando su pleno desarrollo. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento