Sánchez deja a ERC en manos del PSC para preservar su mayoría en pleno cisma independentista

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juntos en la gala de los premios Pimec celebrada el pasado 27 de junio en Barcelona.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juntos en la gala de los premios Pimec celebrada el pasado 27 de junio en Barcelona.
PAU BARRENA / ACN
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juntos en la gala de los premios Pimec celebrada el pasado 27 de junio en Barcelona.

La ruptura este viernes del pacto entre ERC y Junts en el seno del Govern de Cataluña, tras la consulta de Junts a sus bases, ha dejado un nuevo escenario en el que el presidente Pere Aragonès se ha quedado 'colgado de la brocha'. Pero apenas se precipitaban los acontecimientos, ya tiene una escalera en la que sostenerse.

El PSC, partido que ganó en votos las últimas elecciones catalanas, se presenta ya como la muleta en la que se podrá sostener Aragonès, a través de acuerdos puntuales, para sacar adelante la legislatura o al menos, hasta la próxima cita electoral, las municipales de mayo de 2023.

El planteamiento lo dejó claro este mismo viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Praga: "Sea cual sea la coyuntura, nosotros vamos a tener siempre tendida la mano en aras de ese diálogo por el reencuentro dentro de la sociedad catalana", dijo Sánchez. 

Así las cosas, el partido liderado por Salvador Illa va a cobrar más protagonismo en un escenario que no es inédito y que no le deja más salida a Esquerra Republicana que aceptar. El primer objeto de la negociación serán los presupuestos autonómicos.

La nueva fotografía no es la que los republicanos desearían. En primer lugar, es darle protagonismo al partido que, al fin y al cabo, es su principal rival electoral (ambas son las formaciones más votadas) y más aún de cara a los próximos choques en las urnas.

Y hay un segundo sapo que ERC tendrá que tragarse: el apoyo puntual del PSC de Salvador Illa al Govern tendrá contrapartidas. La primera y la más obvia es el apoyo de los 13 diputados de Esquerra en el Congreso de los Diputados al proyecto de Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez. 

Con los votos de ERC y contando ya con los del PNV, apenas un puñado de respaldos más bastarían al PSOE para sacarlos adelante. En una negociación no es lo mismo exigir que ser exigido y ERC buscaba obtener algo a cambio de su apoyo a los PGE. Ahora las posiciones se han invertido.

Los Comuns, en cambio, no tienen más exigencias, ya que este escenario, el de la suma de ERC, PSC y ellos mismos, es el que han venido defendiendo incluso desde la última campaña electoral, y que de hecho tienen esbozado también en el Ayuntamiento de Barcelona, una plaza que, en función de lo que ocurra en mayo, también podrá entrar dentro del juego de tronos en el que se ha convertido la gobernabilidad de Cataluña.

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