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Tener un nieto con discapacidad: "Si los abuelos quieren, hay que implicarlos y aplaudir su trabajo, porque ayudan mucho"

  • El papel de los abuelos de los niños con discapacidad es muy importante, pero tiene que ser consensuado. 
  • "Debe haber un consenso en función de lo que unos necesitan y quieren y lo que otros están dispuestos a ayudar".
El papel de los abuelos es muy importante en la vida de las personas con discapacidad.
El papel de los abuelos es muy importante en la vida de las personas con discapacidad.
Melisa Tuya
El papel de los abuelos es muy importante en la vida de las personas con discapacidad.

"No existen personas con discapacidad, sino familias con discapacidad", asegura la psicóloga Claudia Tecglen. Y así es, pues lo que le ocurre a cualquier miembro de la familia afectará irremediablemente el resto de los miembros, tanto externa como internamente. Dentro de ese núcleo familiar no podemos olvidarnos de los abuelos, un pilar fundamental que, aunque no comparta vivienda con la persona con discapacidad, sin duda también se verá afectado por todo lo que les ocurre a sus hijos y sus nietos y querrá poner su granito de arena para que la vida de sus seres queridos sea más fácil. El papel que desempeñará dependerá de cada familia, pero es importante tenerlos en cuenta porque siempre tendrán mucho por aportar.

Sufren… pero no hay que ocultarles la verdad

Cuando la discapacidad entra en una casa, es normal que todo se tambalee: sueños rotos, incertidumbre, frustración, dolor… de repente, el futuro de ese niño no va a ser como los padres imaginaban y, por extensión, el futuro de su nieto, tampoco será como los abuelos esperaban. Por eso es normal que los abuelos, aunque puede que de manera más silenciosa, pasen por el mismo duelo que los padres cuando les llega el temido diagnóstico y experimenten sentimientos como tristeza, frustración, enfado miedo, impotencia... Pero con un añadido, pues además de sufrir por el bienestar de su nieto, lo hacen por el de sus hijos, sus otros nietos, etc.

Conscientes de este sufrimiento, muchos padres optan por ocultar o suavizar la información que les proporcionan a los abuelos, algo que Claudia Tecglen recomienda evitar. La experta habla, además, desde la experiencia, pues tiene parálisis cerebral y ha vivido esta situación en primera persona: "Lo hacen con buena intención, pero hay que compartir con ellos toda la información, porque solo mirando la realidad de frente podremos afrontarla. Todos somos un equipo, y los abuelos tienen mucho que aportar"

Ocultar información no deja de ser sobreproteger "y eso es un error, hay que explicarles las cosas con naturalidad. El gran reto que tenemos las personas con discapacidad es aceptarnos a nosotros mismos, y para que eso se pueda dar, se necesita un ambiente de naturalidad, que la discapacidad no sea tabú, porque los abuelos tienen más fuerza de la que imaginamos".

Cuál debe ser el papel de los abuelos

Es normal que, al principio, los abuelos se sientan inseguros, no sepan qué hacer… algo que también le ocurrirá al resto de la familia, que tendrá que ir adaptándose, "he atendido y acompañado a abuelos porque no sabían cómo comportarse, pero es normal, nadie sabe al principio cómo actuar ante la discapacidad. Lo que no tienen que hacer nunca es que sentirse culpables por eso, porque todos nos equivocamos en este camino". 

Una vez transcurrida esta primera fase de aceptación y adaptación, ya decidirán, entre todos, el nivel de implicación de los abuelos, como ocurre con las familias en las que no hay ningún miembro con discapacidad, "debe haber un consenso en función de lo que unos necesitan y quieren y lo que otros están dispuestos a ayudar, porque por ser abuelos tampoco tienen a obligación", matiza. 

No hay que ocultarles información, porque solo mirando la realidad de frente podremos afrontarla. Todos somos un equipo

Así, podemos ver familias en los que los abuelos acompañan a los nietos a las terapias y se implican en todo y otros que, por ejemplo, cuidan del resto de los nietos cuando estos estén en terapia, se quedan con el niño para que los padres descansen de vez en cuando, deciden apoyarlos económicamente… Lo importante es que estén, porque su labor y su apoyo siempre es muy importante, "si ellos quieren, hay que implicarlos, y aplaudir su labor porque ayudan mucho a sus padres, y más cuando tienen un hijo con discapacidad".

Todo esto, además, tiene que ir en consonancia con lo que hacen los padres, "como psicóloga destacaría que es importante que padres y abuelos vayan en la misma línea en el estilo educativo y que dejen claro el rol de cada uno. Al igual que los padres, también tienen que poner límites al niño con discapacidad, porque tenemos que conocer nuestras debilidades, pero también nuestras fortalezas, y tienen que exigirnos, como a cualquier persona, acorde a ellas. Aunque hay cosas que no podrán hacer, otras muchas sí", asegura Claudia.

Tu nieto también tiene muchas capacidades

Los padres y los abuelos tienen roles distintos en la crianza y la educación de los niños, y cuando hay un nieto con discapacidad esto no solo no cambia, sin que se potencia aún más, "dicen que los padres están para educar y los abuelos para malcriar, y en este caso eso -siempre generalizando- se cumple mucho más". Es decir, que tienden a sobreprotegerlos aún más que los padres y a ‘malcriarlos’ más que a otros nietos

Esto, en palabras de Claudia, es un error, "al final, un abuelo, como un padre, quiere que su nieto tenga las menos dificultades posibles en la vida, y quieren compensar de alguna manera la discapacidad de su nieto, pero tienen que ser conscientes de que tener dificultades también nos hace desarrollar otras habilidades y actitud antes la vida, tenemos que poner el foco en lo positivo”.

La discapacidad es una circunstancia, pero no condena ni tu vida ni tu felicidad

Por eso es muy importante que la actitud de los abuelos no sea de pena o condescendencia, "lo que no deben hacer es lamentarse todo el rato, pensar en que su nieto es un pobrecito, que no puede… tienen que cuidar mucho el lenguaje, porque la discapacidad es una circunstancia, pero no te condena ni tu vida ni tu felicidad". 

Aunque cueste al principio, lo ideal, según la experta es que piensen: "Mi nieto tiene discapacidad, pero puede ser feliz y nosotros vamos a apoyarles para que sean felices y hagan lo máximo posible. Y sobre todo, hay que transmitirle que lo quieren igual que al resto de los nietos, que es valioso tal y como es, que no es menos por tener discapacidad, que creemos en él, que puede contar con nosotros".  

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