Europa sufre su peor brote de gripe aviar: "El contagio humano es excepcional, pero hay que vigilarla y no darle la opción de que mute"

Un grupo de gallinas se alimenta de grano.
Un grupo de gallinas se alimenta de grano.
ACN
Un grupo de gallinas se alimenta de grano.

Hace poco más de un cuarto de siglo, un ganso de una granja de la provincia china de Guangdong alcanzaba el dudoso honor de convertirse en el primer ser vivo en albergar el virus de la gripe aviar H5N1. Cuando los investigadores detectaron en el gigante asiático este patógeno nunca antes registrado corría 1996 y, apenas un año después, Hong Kong sufrió varios brotes en explotaciones avícolas y mercados. En aquella ocasión, las infecciones no se limitaron a los animales y afectaron a 18 personas, de las cuales fallecieron 6. Ahora, España ha registrado su primer caso en humanos, el segundo en Europa tras la notificación de un positivo en Reino Unido el pasado enero.

A pesar de su difícil transmisión a personas, la identificación de este virus desató la preocupación y puso en guardia a los expertos dada su elevada letalidad entre los infectados. En este tiempo, se han producido brotes entre aves en prácticamente todo el mundo y se han contagiado 863 personas en 18 países, de las cuales han muerto 455, especialmente en Asia y África, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta abril de 2022. 

El contagio en España, en un trabajador de una granja de Guadalajara, se ha detectado cuando el Viejo Continente atraviesa la mayor epidemia de gripe aviar registrada la fecha, con récord de positivos y de extensión geográfica, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Los últimos datos recogen 2.467 brotes en granjas, 48 millones de pájaros sacrificados en los establecimientos afectados, 187 casos en animales cautivos y 3.573 en salvajes. Tampoco el área afectada tiene "precedentes", desde las islas Svalbard -en el Ártico noruego- y el este de Ucrania hasta el sur de Portugal, hasta abarcar 37 países

¿Qué es la gripe aviar H5N1?

El H5N1 es una de las cepas "más comunes" de gripe aviar, lo que significa que sus huéspedes naturales son las aves, aunque puede llegar a infectar a personas, cerdos o gatos domésticos, explica a 20minutos Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid. A pesar de que el contagio a humanos ocurre en raras ocasiones, cuando se produce, su letalidad es muy elevada: se sitúa en el 53%, de acuerdo con la OMS.

No obstante, esta cepa no es la única causante de gripe aviar. Existen otras que pueden desencadenar esta enfermedad entre los pájaros -como la H7N9, que ha afectado también a 1.568 personas-, y todas ellas se encuadran dentro de la gripe A. A diferencia del tipo B y C, la primera es zoonótica, esto es, infecta eminentemente a los animales, aunque en ocasiones son capaces de saltar a los humanos, detalla Jiménez Cid, que es miembro del grupo de comunicación de la Sociedad Española de Microbiología.

Una vez que el H5N1 ha contagiado a una persona, los síntomas son más graves que los de una gripe normal y puede cursar como una neumonía bilateral. "Si este virus triunfa en este hospedador raro, se replica peor que otros en las vías respiratorias altas y mejor en las bajas. Se produce una reacción inmunitaria en el pulmón, que es muy parecida a la tormenta de citoquinas de los casos graves de covid", señala el microbiólogo. Pese a este mal pronóstico, infectarse es "muy infrecuente" y la transmisión entre humanos es "prácticamente nula".

"Si una persona se contagia, es porque está en contacto con una carga viral tremenda porque maneja animales infectados. Cuando enferma, no produce una gran cantidad de virus y no es muy peligroso como foco"

"Si una persona se contagia, es porque está en contacto con una carga viral tremenda porque está manejando esos animales infectados. Sin embargo, cuando enferma, como el H5N1 no está adaptado al ser humano, no produce una gran cantidad de virus incluso con un cuadro grave. Es decir, como foco, ese individuo no es muy peligroso", apunta el microbiólogo.

En las aves, los signos clínicos de la enfermedad originada por el H5N1 son diferentes, ya que los receptores del virus presentes en las mucosas respiratorias humanas se encuentran en las mucosas intestinales de estos animales. De este modo, la patología cursa en ellos como una combinación de síntomas respiratorios, entre los que se cuentan el jadeo y la tos, y digestivos, como la diarrea extrema, seguidos por una muerte rápida. Además, puede presentarse hinchazón alrededor de la cabeza, el cuello y los ojos, así como hematomas en algunas zonas, según la Universidad de Minnesota.

¿Existe un peligro real?

Vista la elevada letalidad del H5N1, que ha provocado la muerte de más de la mitad de los contagiados, el mayor riesgo de esta cepa es que pueda mutar y aumentar su transmisibilidad. "Una de las amenazas es que pase de un animal a un humano y aprenda a transmitirse de individuo a individuo, con lo que se genere un nuevo virus emergente pandémico de gripe adaptado a las personas", subraya Jiménez Cid.

Otra posibilidad es que llegue a un hospedador intermedio, que puede ser otro animal o incluso una persona, donde se junte con un virus diferente y surja uno nuevo como mezcla de los anteriores. "Puede que un individuo se contagie a la vez de gripe humana y aviar y que en su organismo se produzca una recombinación de ambos, para generar una cepa con la transmisibilidad de la primera y la gravedad de la segunda", anota Javier Membrillo, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Estas mutaciones provocan que, cada 30 o 40 años, aparezca un nuevo tipo de virus frente al cual el ser humano no está "inmunológicamente preparado" y que, en consecuencia, origina "gripes muy problemáticas". "Si en 2019, antes de la llegada de la covid-19, le hubieras preguntado a un experto cuál iba a ser la próxima pandemia, te habría respondido que una gripe A, porque es lo que hemos visto históricamente", afirma el catedrático de la UCM.

"Puede que un individuo se contagie a la vez de gripe humana y aviar y que en él se produzca una recombinación de ambos, para crear una cepa con la transmisibilidad de la primera y la gravedad de la segunda"

Esto es precisamente lo que ocurrió con la gripe española de 1918, desencadenada por un virus emergente  tras las mutaciones experimentadas por el virus H1N1 y autora de 50 millones de muertes. "Es lo mismo que sucedió en la pandemia de 2009 y en Asia en 1957 y 1958", agrega.

En este escenario, Membrillo destaca la importancia de la prevención en la salud con un enfoque "global": humano, animal, vegetal y ambiental. "A día de hoy, la gripe aviar no tiene potencial de convertirse en una epidemia entre las personas. Los contagios son excepcionales. No obstante, tenemos que vigilarla y evitar darle la oportunidad de que pueda mutar en el futuro. No hay que ser alarmista, pero hay que mantener una supervisión", asegura Membrillo, al tiempo que reivindica la necesidad de reconocer la especialidad de enfermedades infecciosas.

El mayor brote de la historia en Europa

Europa atraviesa en estos momentos el mayor brote de gripe aviar de su historia, hasta el punto de que se han registrado casos en humanos, algo que no había ocurrido con anterioridad. Así, Reino Unido notificó el primer positivo en personas en el continente en enero y diez meses más tarde lo ha hecho España, ambos asintomáticos. En ese tiempo, también Estados Unidos ha comunicado su primer infectado, que padeció fatiga; se trata del segundo en América tras uno en Canadá en 2013. Con 79 focos en aves silvestres y 36 en explotaciones en territorio nacional, Jiménez Cid incide en que son las especies migratorias las que contagian a las autóctonas y desatan estas situaciones.

En cuanto a los motivos de este aumento de casos entre animales, Membrillo considera que son "difíciles de precisar", pero incide en las condiciones en las explotaciones: "Son lugares donde las aves están en un entorno muy cerrado, con mucha densidad, y es muy fácil que se contagien entre ellas. Desde luego, toda mejoría que se pueda hacer en su calidad de vida disminuye el riesgo de infectarse. Generalmente, una vez que se introduce la gripe en una cabaña, se transmite a la mayor parte de los animales muy rápido, con mucha mortalidad, y casi siempre la decisión de las autoridades sanitarias es sacrificarlas a todas".

Tradicionalmente, los mayores brotes de gripe aviar en humanos se han producido en Asia y África. En concreto, Egipto ha sido el país con más personas contagiadas en diferentes olas a lo largo de estos años, con 359 infectados y 120 muertos. Lo siguen Indonesia (200 positivos y 168 decesos), Vietnam (127, 64), Camboya (56, 37) y China (53, 31). Esta localización geográfica la explica Membrillo: "Se debe a unos diferentes estándares de control de la calidad de las condiciones de las explotaciones avícolas, donde muchas veces no hay medidas de salud pública con ese enfoque de un rápido sacrificio de una granja para evitar el contagio".

En este escenario, el Ministerio de Sanidad ha realizado una serie de recomendaciones para prevenir la gripe aviar entre los principales grupos de riesgo, como ganaderos o veterinarios. Sin embargo, contempla la posibilidad de que aparezcan más positivos más adelante: "No es descartable que la aplicación de las medidas de detección precoz lleve a la notificación de más casos esporádicos en el futuro".

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