Jorge Javier Vázquez ha acudido este miércoles a la casa familiar de Íñigo Onieva, en el madrileño barrio de La Moraleja, para intentar hablar con él y, de paso, proponerle participar en al temido polígrafo. Sin embargo, sus esfuerzos han caído en saco roto.

"Conchita está en las instalaciones esperando a Íñigo Onieva por si quiere hacer una gran prueba de amor y decir ‘la quiero, estoy dispuesto a hacer lo que sea para demostrarlo", ha explicado el presentador en Sálvame.

El conductor del programa de Telecinco ha opinado que el empresario "podría ser, además de infiel, trilero de cabo a rabo": "Le vamos a dar la oportunidad de que se redima".

"Nadie mejor que yo, un personaje conocedor de la noche y lo que comporta, para acercarme a Íñigo y tenderle una mano. Nadie mejor que yo lo va a entender", ha apuntado, con la intención de convencer al diseñador de coches para "limpiar su imagen".

No obstante, Onieva no se ha dejado ver por el programa, así que, al cabo de un rato, el presentador ha vuelto a su puesto en el plató de Mediaset, el mismo donde la tarde anterior conseguía las primeras declaraciones de Falcó sobre su ruptura.

"Confío en Dios, y sé que todo esto ha pasado por algo", dijo la marquesa en el arranque de su intervención telefónica, la cual aprovechó para agradecer al programa el tratamiento de la infidelidad de Onieva.

"Os estoy muy agradecida, aún estoy un poquito en estado de shock. (...) Yo quiero a alguien que tenga los mismos valores que yo, y que me trate con respeto", afirmó.