La primera reacción por parte del Gobierno español a la victoria de la ultraderechista Giorgia Meloni en las elecciones italianas de este domingo ha corrido a cargo del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien, pese a declararse "prudente" y a mostrar su respeto por el resultado electoral, ha recordado este lunes en un desayuno informativo en Madrid que "los populismos siempre terminan igual: en catástrofe".

"Los italianos han votado libre y legítimamente, ellos han elegido a quien creen que debe conducir el país en los próximos tiempos", ha reconocido. Sin embargo, ha subrayado la importancia de leer los resultados electorales en clave europea e internacional en unos momentos "muy definitorio". "Desde la caída del muro de Berlín probablemente no veíamos tanto cambio, se está definiendo un nuevo orden europeo", ha recalcado.

En este contexto, en el que el cambio de Gobierno en Italia podría remodelar el escenario europeo, Albares ha lamentado que haya fuerzas europeas que apuesten por el "modelo de Putin", que ha definido como un modelo "autoritario que no cree en la pluralidad y en la diversidad" y que es "contrario a la construcción europea". Aunque ha insistido en que habrá que esperar a la formación del nuevo Ejecutivo italiano, el ministro ha dejado claro que "el populismo siempre termina igual: en catástrofe".

Además, Albares ha negado que el resultado electoral italiano pueda ser un anticipo de lo que ocurra en España en 2023. "No tiene nada que ver, cada país vive circunstancias muy diferentes", ha zanjado. No obstante, ha recordado que el ascenso de los populismos es un "desafío mundial" y ha enfatizado la importancia de hacer frente a "cualquier receta que proponga parar el tiempo y volver atrás". En su lugar, según el ministro, España apuesta por "la democracia, el Estado de Derecho, el pluralismo, la diversidad y la renuncia a la violencia como forma de relacionarse entre Estados".