El plan energético de Metro y Bus de Barcelona supondrá un ahorro equivalente a la luz que pagan 21.250 hogares catalanes en un año

  • Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) calcula un consumo anual de energía de un 15% menos hasta 2030.
  • A lo largo de 2023, todas las estaciones del suburbano tendrán iluminación LED, ahora lo están al 50%.
Pasillo de la parada de metro de Diagonal, en Barcelona.
Pasillo de la parada de metro de Diagonal, en Barcelona.
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Pasillo de la parada de metro de Diagonal, en Barcelona.

Los elevados precios de la electricidad y de otros combustibles como el gas están engordando las facturas de los suministros domésticos, pero también la de los operadores de transporte público, y el de Barcelona no es una excepción. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), responsable de la red de Metro y de Bus de la ciudad, consciente de este hándicap para sus arcas (unido a las pérdidas de viajeros durante la pandemia) y también de la importancia de la sostenibilidad medioambiental en la movilidad colectiva, ha impulsado una serie de proyectos de eficiencia energética con los que quieren reducir 27 millones de euros de ahora a 2030 (20 millones en consumo y otros siete millones en potencia). 

En términos de consumo eléctrico, estos planes, algunos ya en marcha, supondrán un ahorro de 68 Gigavatios hora por año. Los incrementos en los costes de la energía "se han multiplicado por dos y por tres" este año respecto a uno ordinario, reconoce TMB.

Ello evitaría 122.000 toneladas de emisiones de CO2 anuales y un ahorro del consumo de energía del 15% anual hasta 2030, de 68 Gigavatios hora anuales. "Estas cifras son importantes, ambiciosas y realistas conforme a las medidas diseñadas en esta planificación", ha afirmado este martes el consejero delegado de la empresa, Gerardo Lertxundi. 

Trasladado a cifras que puedan ser comprensibles por parte de la población, el ahorro eléctrico equivale al consumo de electricidad de 21.500 hogares catalanes y el de toneladas de CO2 que dejan de emitirse a la atmósfera, al de un bosque de 762.000 árboles. "Esto da una idea del alcance medioambiental que suponen estos proyectos", ha indicado el consejero delegado de TMB.

Este plan de eficiencia energética de la operadora barcelonesa "es más necesario que nunca en el contexto actual", ha declarado la presidenta de TMB, Laia Bonet, que ha avanzado asimismo que algunas de las propuestas más destacadas pasan por "recuperar y reutilizar la energía" en la actividad diaria de metro y autobuses. Para ello, será vital, ha dicho, "optimizar la energía necesaria para transportar a los usuarios de la red de transporte público metropolitana mediante renovables, energía residual que hasta ahora se pierde (como la del frenado de los convoyes) y generando sinergias entre metro y bus, además de invirtiendo en nuevas infraestructuras". 

A pesar de ser métodos de transporte sostenibles, tanto Metro como Bus son "grandes consumidores de energía, con más de 1.100 buses y más de 180 trenes que se mueven diariamente y que requieren de energía", ha añadido Lertxundi. La red del suburbano consume anualmente cerca de 366,5  Gigavatios/hora y la del bus 325,8 Gw/h. Los autobuses eléctricos reducirán la cantidad a únicamente los 10 Gw/h este 2022. Y los que se impulsan con otras energías, como el gas, y el hidrógeno, se moverán en cifras de consumo de entre los 12 m/kg en el gas y los 52.000 kg en el caso del hidrógeno.

En comparación con el vehículo privado, un coche diésel emite cerca de 200 gramos de CO2 por kilómetro y persona frente a los 33,3 de este transporte público barcelonés en su conjunto, lo que indica "un 80% menos", ha recalcado Lertxundi este martes. Además, el transporte público suma la ventaja de que "cuantos más viajeros transporta, mantiene su consumo. 

Sin embargo, los coches privados consumen más a medida que transportan a más personas", ha recalcado. Bonet ha aportado el dato extra de que el coste energético es de 0,8 kilovatios / hora por viaje, "por debajo del metro de Londres (Reino Unido) y de Oslo (Noruega), que se encuentran por encima del 1". 

Reutilizar la energía de frenada de los metros que se pierde

El grueso de políticas de eficiencia energética de TMB incluyen desde el reaprovechamiento de la energía que genera la frenada de los convoyes del suburbano (que ya se lleva a cabo), en beneficio también de los autobuses, a mejorar la luminosidad o la ventilación. Òscar Playà, director de la red de Metro de Barcelona, ha declarado este martes que el 70% del consumo que este genera se usa "para mover los trenes y para alimentar el equipamiento de los mismos, como el aire acondicionado". El 30% restante se invierte en el ámbito de la "no tracción", como por ejemplo, en la alimentación de los sistemas de iluminación y ventilación de las estaciones, talleres, cocheras y edificios corporativos".

Los principales proyectos energéticos que ha enumerado Playà son la puesta en servicio en breve de nuevos trenes de las líneas L3 y L1 del Metro, esta última, la que más convoyes tiene, lo que redundará en una reducción del 10% al 20% del consumo energético. A esto se une la electrificación por la que está pasando la flota auxiliar de mantenimiento del suburbano.

La red del suburbano de Barcelona consume anualmente cerca de 366,5 Gigavatios/hora y la del bus 325,8 Gw/hora

Los proyectos Metrocharge y MetroBattery son de los más ambiciosos del Metro, y permitirán recuperar la energía de frenado de los trenes que se disipa en forma de calor. Mediante los tres recuperadores ya instalados en la red y otros 13 que se colocarán entre este año y el que viene (dentro del plan Metrocharge) se quiere usar esa energía rescatada en el propio Metro o en la alimentación de los autobuses eléctricos. Los recuperadores permiten almacenar esta energía en las horas valle de coste eléctrico y descargarla en las horas con los precios más caros. 

Actualmente, ha explicado Playà, el 33% de la energía consumida por los trenes proviene de la que estos generan a la hora de frenar. La reducción del consumo eléctrico se estima del 41%, un 8% adicional.

Permitirá alimentar unas 25 estaciones de metro de forma autónoma. La reducción del consumo se concretará en 15 Gw/h al año y el impacto económico para TMB se calcula en unos 4 millones de euros. 

Por otra parte, la optimización de la conducción autónoma, para la que los trabajadores del metro ya están siendo formados, fomentará formas de conducción de los convoyes económicas, con una tracción de frenada de los trenes suave también para un mayor confort de los viajeros. Se está implementando en las líneas L1, L2, L3, L5, L9 y L10, a falta solo de la L4,  "donde está relacionado con el sistema de señalización ferroviaria". El ahorro alcanzará los 7,3 millones de euros. Ya está culminado en las líneas L1 y L3.

Todas las estaciones tendrán luces LED el año que viene

Otro proyecto estrella en materia de eficiencia energética y medioambiental de TMB pasa por incorporar iluminación LED a los talleres, cocheras y túneles del Metro y al 50% de las estaciones que quedan por adaptar lumínicamente. Permitirá un 50% de ahorro en el consumo en luz, "incrementando la seguridad en los accesos, vestíbulos, pasillos y andenes", ha afirmado Bonet. El 5% del total de consumo eléctrico del suburbano proviene de la iluminación. A lo largo de 2023, todas las estaciones del Metro tendrán luces LED.

Un nuevo sistema de software permitirá, asimismo, la gestión digitalizada de la ventilación y un ahorro del consumo del 20% y económico de 1,7 millones de euros en un servicio que supone el 3% del consumo total del Metro. Además, se instalarán placas fotovoltaicas (dentro del proyecto Metrocharge) en cinco bases de mantenimiento: ZAL, Boixeres, Santa Eulàlia, Sagrera y Funicular con las que se reducirá el consumo energético en 3,5 Gw/h al año y el presupuesto en casi un millón de euros (945.000).

Revolución energética en los autobuses

Las tres cocheras del Bus en Horta, Triangle y la nueva de Zona Franca serán sostenibles, dentro de este proyecto de TMB, en materia de autoconsumo energético y del uso de la conexión con el Metro, del que usarán como recarga la energía sobrante de este último. Todas las cocheras cuentan con iluminación LED, y el primer bus eléctrico comenzó a operar el año 2018. La primera línea de bus 100% eléctrica comenzó a circular el año pasado. En la Trigeneración de Horta, el ahorro estimado es de 135.000 euros anuales y de 130 toneladas de CO2.

La idea en la nueva cochera de Zona Franca pasa porque "toda la producción sea sostenible y con medios renovables" de cara a 2025.

El proceso de licitación de la plataforma inteligente de carga eléctrica  de autobuses en Horta, Triangle y Zona Franca incluye 208 cargadores que priorizarán la carga dependiendo del servicio que haya de realizar el vehículo al día siguiente. 

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