Ya hay día para empezar la reforma de La Rambla de Barcelona: el 3 de octubre. Lo ha anunciado este lunes la alcaldesa, Ada Colau, en una entrevista en TVE, después de que el Ayuntamiento informara en julio de que las obras comenzarían tras las fiestas de la Mercè.
Los trabajos serán los de la primera de las cinco fases que tendrá la reforma y afectarán al tramo entre la estatua de Colón y Santa Madrona, el más cercano al mar. Tendrán una duración de unos 18 meses, con lo que finalizarán en 2024, y supondrán invertir 10 de los 44,56 millones de euros que costará el proyecto en su totalidad.
Las obras, que comenzarán tras años de retraso -casi cinco desde que la reforma se aprobó en el pleno en 2016, pero muchos más desde que el Ayuntamiento la puso por primera vez en su agenda-, servirán para convertir La Rambla en un paseo más peatonal, verde y ordenado.
Con la primera fase de los trabajos se intervendrá sobre unos 23.000 metros cuadrados y se modificará el trazado de la avenida Drassanes para mejorar la conexión con el litoral. Además, con el objetivo de alargar La Rambla hasta el mar, se creará una nueva plaza con arbolado junto a Colón y se eliminará el paso de peatones que separa la estatua del paseo.
En este primer tramo en que se actuará, de unos 117 metros de longitud, habrá cerca de un centenar de árboles -21 nuevos-, los alcorques serán más anchos y se mejorará el subsuelo. Se instalarán más de 100 bancos y el alumbrado se unificará con un diseño más simple y funcional. Además, se incorporarán bolardos a petición de la Junta Local de Seguridad.
Las obras de esta fase de la remodelación se realizarán por partes, para no ocupar simultáneamente los dos lados del paseo. Además, cuando se actúe en los viales de subida y bajada se hará por mitades, de forma que siempre quedará garantizado el paso del tráfico vecinal, de servicios, bicicletas y vehículos de emergencia, y también los desplazamientos a pie. Se podrá acceder a los vados y aparcamientos en todo momento, y no habrá ninguna afectación al transporte público. Una vez finalizados los trabajos de este tramo, se renovará el pavimento de la rotonda del monumento a Colón.
Dispositivo de información
El Ayuntamiento puso en marcha en julio una campaña de comunicación para que la ciudadanía esté avisada de las obras y sus afectaciones. Ese mes se desplegaron informadores en la calle, que volverán a trabajar en los próximos días. También se hará una sesión informativa abierta a la ciudadanía y se enviará una carta al vecindario de La Rambla.
Así será la nueva Rambla
Tras reformar el tramo entre Colón y Santa Madrona, está previsto actuar, por este orden, en los de Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes.
Con la remodelación, que tiene un presupuesto total de 44,56 millones de euros, esta emblemática vía barcelonesa tendrá un solo carril de circulación por sentido de 3,5 metros de ancho, en vez de los dos actuales. Eso permitirá que crezcan las aceras laterales, que serán de un mínimo de tres metros de anchura, y que también se amplíe ligeramente la central.
Además, solo podrán circular por La Rambla vehículos de vecinos, de servicios y de distribución de mercancías, bicicletas, autobuses y coches que accedan a los aparcamientos de la calle, como ya sucede actualmente en sentido ascendente.
El pavimento cubrirá toda la vía, con lo que no habrá asfalto, y será de piezas de diferentes formatos de piedra natural, granito y pórfido. En los laterales del paseo central y bajo la sombra de los árboles, habrá bancos y sillas.
Asimismo, se construirán tres grandes espacios-plaza con plataforma única en tres de los cruces más singulares: el espacio Moja-Betlem, el Pla de la Boqueria y el Pla del Teatre.
Está previsto, además, reubicar los quioscos de prensa de forma que no queden enfrentados entre ellos ni con otro tipo de quioscos. Lo mismo se hará con los de flores, que se situarán entre árboles en La Rambla de les Flors y la de Sant Josep, donde han estado históricamente. En cuanto a los 11 quioscos de los expajareros, la intención es eliminarlos.
Los criterios de actuación en La Rambla parten del anteproyecto que elaboró km-ZERO, el equipo ganador del concurso de transformación del paseo y también autor del proyecto de reforma.
Con la transformación de la vía, el Ayuntamiento espera que mejore la conectividad entre los barrios del Raval y el Gòtic, así como contribuir a que se reactive el comercio del centro de Barcelona.
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