Por qué no deberías dar de comer a las palomas

Una paloma posada junto a la rivera de un río.
Una paloma posada junto a la rivera de un río.
Javier Santos - FLICKR
Una paloma posada junto a la rivera de un río.

Las palomas están presentes en mayor o menor medida en todas las ciudades de nuestro país, por lo que es muy frecuente verlas en plazas, parques o simplemente por las calles de cualquier población. 

Al estar acostumbradas al medio urbano, no son aves que se asusten con facilidad y además se muestran muy cercanas a las personas, sobre todo, si se les ofrece comida, una acción muy poco recomendable. 

Las palomas más comunes son la de la especie Columba livia, que crecen y se reproducen en las ciudades muy fácilmente, ya que son capaces de encontrar el agua y el alimento necesarios para sobrevivir y los lugares idóneos para anidar y protegerse. 

Es por ello que las palomas no necesitan de la comida proporcionada directa o indirectamente por parte de los humanos, ya que esto puede acarrear otros problemas de salud pública. 

Los motivos por los que no hay que alimentar a las palomas

De hecho, desde el Ayuntamiento de Madrid informan de que alimentar a las palomas, ya sea de forma directa o indirecta, por ejemplo, depositando o acumulando residuos de alimentos en terrazas, azoteas, balcones o vía pública, influye en el control de la población de estas aves. 

"Hay que tener en cuenta que las palomas, en el medio urbano, disponen de suficientes recursos alimenticios y por tanto no necesitan que se les proporcione una alimentación suplementaria", informan. 

Controlar la población de palomas es importante, con el objetivo de reducir las molestias que causan. Además, de que "la existencia de alimento para palomas en la vía pública es por lo general causa directa de la existencia y proliferación de otros tipos de plagas", entre las que se encuentran los insectos o las ratas.

Por otro lado, alimentar a las palomas hará que aumente el número de estas aves en nuestra zona, un problema que puede aumentar las molestias de los vecinos. Entre los problemas que puede causar un exceso de palomas en la ciudad se encuentran: 

  • Ruido
  • Deterioro y suciedad de inmuebles, enseres, vehículos y ropa por excrementos, plumas...
  •  Problemas de salud pública: las palomas pueden ser portadoras de enfermedades, como la histoplasmosis o la salmonelosis.

Dar de comer a las palomas está prohibido 

Los diferentes ayuntamientos de nuestro país son los que se encargan de aprobar las ordenanzas municipales en referencia al control de la salud pública.

Como ejemplo, en el caso de la ciudad de Madrid, la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de los Animales, de 26 de julio de 2001, recoge que "por razones de salud pública y protección al medio ambiente urbano, se prohíbe el suministro de alimentos animales vagabundos o abandonados, así como a cualquier otro cuando de ello puedan derivarse molestias, daños o focos de insalubridad". 

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