El Gobierno francés va a crear un sistema de centros cerrados para niños y adolescentes delincuentes llevado por militares en Mayotte, un archipiélago en el Índico con graves problemas de inseguridad y desbordado por la inmigración.

El portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, ha indicado en una entrevista a la emisora France Inter que, con esta medida, se busca aplicar "soluciones experimentales diferentes de las que se aplican en el territorio metropolitano" porque "la situación en Mayotte es muy particular".

Verán ha destacado que en ese territorio la población "se ha duplicado en los últimos 20 años" y la mayoría de los habitantes son extranjeros por la llegada continua de inmigrantes, sobre todo de las Comores. 

El principal propósito de esos centros es "poner en el camino correcto" a los jóvenes internos, idea que se basa en una experimentación realizada en Bretaña hace un año, fruto de la colaboración del Ministerio de Justicia con el de Defensa.

El portavoz ha afirmado que, después de haber sido evaluado "de forma positiva", se incorporó al programa electoral de Emmanuel Macron con el que fue reelegido presidente en abril pasado.

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El titular de Interior, Gérald Darmanin, hizo público el proyecto para ponerlo en práctica en Mayotte este lunes, puesto que el funcionario se encuentra en ese lugar desde el pasado domingo para supervisar sobre el terreno los dispositivos de lucha contra la inseguridad y la inmigración irregular.

Darmanin avanzó que a partir de la semana próxima tiene intención de formalizar sus propuestas a Macron para esos centros "encuadrados por militares que sean lugares de reeducación" y contó que pensaba en menores incluso "de 11 años, de 10 años, de 9 años que llevaban machetes, hachas, que atacaban a policías y gendarmes". 

"Ahora -añadió- los magistrados, como es normal, los liberan porque los niños no van a la cárcel. Pero en lugar de eso hay que ofrecerles un lugar de sanción y de educación", manifestó.

El titular de Justicia, Eric Dupond-Moretti, había indicado el pasado jueves que se pondría en marcha un centro educativo cerrado para menores en Mayotte, pero inicialmente estaba previsto para adolescentes y jóvenes de 13 años o más.