Crimea, palanca de la nueva estrategia de Kiev en la guerra: un 'boomerang' para tratar de minar las capacidades de Moscú

Un soldado ucraniano, en una trinchera cerca del frente en el distrito de Huliaipole, en la región de Zaporiyia.
Un soldado ucraniano, en una trinchera cerca del frente en el distrito de Huliaipole, en la región de Zaporiyia.
ROMAN PILIPEY / EFE
Un soldado ucraniano, en una trinchera cerca del frente en el distrito de Huliaipole, en la región de Zaporiyia.

Que la guerra en Ucrania será (muy) larga es algo que ya parecen asumir tanto Vladimir Putin como Volodimir Zelenski, pero el conflicto parece destinado también a giros constantes y uno de los últimos viene motivado por las maniobras de Kiev sobre Crimea. La península puede convertirse de hecho en una especie de boomerang para el Kremlin: se la anexionó ilegalmente en el 2014 y Zelenski insiste en que la guerra empezó allí, y allí tiene que terminar.

Por lo pronto, en las últimas horas Rusia se ve a contrapié frente a Ucrania, que dice haber tomado la iniciativa de las hostilidades. El Ejército ucraniano le ha dado un vuelco a la campaña con varias acciones de sabotaje en el Donbás, el corredor del sur y la anexionada península de Crimea, que han dejado al enemigo ruso sin respuesta, según expresan desde los altos mandos ucranianos.

La hoja de ruta de Putin ha ido cambiando con el paso de las semanas y el Donbás lleva tiempo siendo el objetivo principal. Crimea es lo que ya tiene; el este es lo que ahora quiere lograr. Y Kiev se dice preparado para responder. "Nuestra estrategia es destruir la logística, las líneas de abastecimiento, depósitos de municiones y otras infraestructuras militares. Esto provoca el caos en las filas rusas", dijo Mykhailo Podoliak, el asesor principal de Volodimir Zelenski. Mientras, son Jersón y Zaporiyia las regiones que ahora sufren toda la artillería rusa y lo más relevante de los encontronazos.

Putin calcula que un conflicto cronificado puede beneficiar a Rusia, con capacidades militares mayores que las de una Ucrania que sigue dependiendo en gran medida de la ayuda exterior mientras, al mismo tiempo, lucha contra el riesgo de hastío por parte de los socios occidentales. Y es que la guerra puede estancarse, pero no se frena. Y Kiev quiere tener la iniciativa. La pasada semana nueve aviones rusos, según las imágenes de satélite, fueron destruidos en las explosiones ocurridas en un aeródromo militar, causadas por partisanos ucranianos, según admitió el Gobierno de Zelenski.

El martes fue el turno de un arsenal con combustible y municiones, ataque que obligó a evacuar a miles de personas y que la prensa occidental citando fuentes oficiales atribuye a unidades especiales ucranianas. Este miércoles el punto clave fue el puente de Crimea, la obra de ingeniería que rompió el aislamiento del territorio y unió la península con el continente ruso, ya no está fuera del alcance de las fuerzas ucranianas. "Es una construcción ilegal y es la principal puerta para el abastecimiento del Ejército ruso en Crimea. Esas infraestructuras deben ser destruidas", señaló Podoliak. 

Por favor, no se acerquen a las instalaciones militares del ejército ruso y a todos aquellos lugares donde almacenan municiones y equipos, donde tienen sus cuarteles

En las mentes pensantes de Kiev el calendario es exigente y ya se habla de estrategias para el medio plazo. En este sentido, reconocen que el objetivo es ralentizar el avance ruso en el Donbás, lo que permite ganar tiempo para recibir más armamento pesado occidental, como ocurrió en los largos asedios de Mariúpol y Severodonetsk. Tanto las autoridades ucranianas como las rusas han advertido que las acciones de sabotaje continuarán hasta la llegada del invierno, que se prevé realmente intenso desde el punto de vista bélico.

Precisamente, Zelenski insta a aquellos que viven en territorio controlado Rusia o los prorrusos a no acercarse a instalaciones militares. "Pido a todo nuestro pueblo en Crimea, en otras regiones en el sur del país, en las zonas ocupadas del Donbás y en la región de Jarkiv que tenga mucho cuidado. Por favor, no se acerquen a las instalaciones militares del ejército ruso y a todos aquellos lugares donde almacenan municiones y equipos, donde tienen sus cuarteles", dijo el presidente ucraniano. Asimismo, esgrimió que la "principal tarea político-militar" de las fuerzas ucranianas es poner freno a los movimientos rusos.  

¿Está Rusia reclutando extranjeros?

Por otro lado, la inteligencia ucraniana asegura que ante la falta de ciudadanos rusos dispuestos a ir a la guerra, el Kremlin ha iniciado el proceso de reclutamiento entre ciudadanos extranjeros, mientras en Chechenia se forma a "voluntarios" para acudir al frente.

La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania sostiene que las autoridades locales rusas han instruido a los funcionarios y a los cuerpos de seguridad para que lleven a cabo labores de propaganda a fin de reclutar a ciudadanos extranjeros para que formen nuevas unidades del Ejército. Según la información que maneja Kiev, a quienes accedan además de un salario se le ofrece la ciudadanía rusa. El plan va dirigido especialmente a ciudadanos procedentes de Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán.

A su vez, los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa sostienen que las autoridades chechenas están reclutando a la fuerza de las zonas rurales a jóvenes "voluntarios" para enviar al frente, bajo amenazas de iniciar contra ellos causas penales si no acceden. "La práctica de secuestrar hombres para reponer las unidades militares voluntarias que luchan en Ucrania a voluntad de Moscú está provocando olas de descontento entre los residentes de Chechenia", señala el informe de Kiev.

"Los ciudadanos de la república están indignados" porque el líder checheno Ramzan Kadirov está enviando jóvenes musulmanes "a participar y morir en una guerra 'extranjera' entre dos naciones cristianas".

La participación de extranjeros en la guerra de Ucrania ha sido uno de los puntos más controvertidos del conflicto. Por parte de Rusia se sospecha de la presencia de ciudadanos de países de Asia Central, mientras que Kiev no solo ha confirmado la presencia de foráneos en sus filas, sino que ha aplicado una política de puertas abiertas a todos aquellos que quisieran intervenir de su lado.

Agradecimiento de Zelenski a España

En términos políticos, Volodimir Zelenski ha recibido este miércoles las cartas credenciales del nuevo embajador español, Ricardo López-Aranda, y ha aprovechado para agradecer a España el apoyo brindado en distintos ámbitos desde que Rusia dio inicio en febrero a su ofensiva militar sobre territorio ucraniano.

Durante una ceremonia en Kiev, Zelenski ha recibido las acreditaciones de los principales representantes diplomáticos de España, Rumanía, Bélfica y Kirguistán. El mandatario ha aprovechado para llamar a la presencia extranjera en Ucrania, con mensajes de agradecimientos a todos estos países.

En el caso de España, el presidente ucraniano ha aplaudido la ayuda brindada en el terreno humanitario y en el militar, "así como el apoyo a la soberanía y a la integridad territorial", según un comunicado de su oficina. Asimismo, ha alabado el apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la segunda cumbre de la Plataforma de Crimea, un encuentro virtual que tendrá lugar el 23 de agosto y que, según Kiev, reunirá a decenas de representantes políticos y organizaciones.

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