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¿Por qué hay tensiones entre Serbia y Kosovo? Así es el conflicto con más de 600 años de historia en el que España se ha posicionado

Nueva independencia. El primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci y el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, posan junto a su nueva bandera durante una rueda de prensa conjunta en Pristina, Kosovo. Después de adoptar la declaración unilateral de independencia, el Parlamento de Kosovo aprobó el domingo los símbolos del nuevo Estado. La bandera del país será de fondo azul oscuro con el mapa de Kosovo en color amarillo, con seis estrellas blancas alrededor. Similar será el escudo nacional, que estará representado por un mapa de Kosovo de color dorado bajo fondo azul y las seis estrellas blancas.
El ex primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci y el expresidente kosovar, Fatmir Sejdiu, tras declarar la independencia en 2008.
EFE/SZILARD KOSZTICSAK/Archivo
Nueva independencia. El primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci y el presidente de Kosovo, Fatmir Sejdiu, posan junto a su nueva bandera durante una rueda de prensa conjunta en Pristina, Kosovo. Después de adoptar la declaración unilateral de independencia, el Parlamento de Kosovo aprobó el domingo los símbolos del nuevo Estado. La bandera del país será de fondo azul oscuro con el mapa de Kosovo en color amarillo, con seis estrellas blancas alrededor. Similar será el escudo nacional, que estará representado por un mapa de Kosovo de color dorado bajo fondo azul y las seis estrellas blancas.

Hace ya más de veinte años que la guerra en los Balcanes terminó, cerrando una década sangrienta en pleno corazón de Europa y concluyendo la desintegración total de Yugoslavia. Pese a ello, las brasas de aquel conflicto todavía humean en 2022 y las tensiones entre Serbia y Kosovo son el mejor ejemplo de como parte de aquella contienda sigue sin cerrarse

Las trabas a los ciudadanos de ambos países para cruzar las fronteras entre ambos territorios han desembocado esta semana en barricadas, sonido de disparos y cruce de acusaciones. Así, la tensión vuelve a aumentar en una región que se disputa el territorio desde hace más de 600 años.

Un conflicto histórico

Kosovo es para el nacionalismo serbio una región fundamental para explicar su historia, ya que la consideran la cuna de su nación y fue el lugar donde se fundó su Iglesia ortodoxa. La gran batalla de Kosovo en 1389 marcó un hito histórico para Serbia, que perdió contra los otomanos la región kosovar. Aquella superficie (mayor a la actual) fue islamizada junto con el resto de territorios otomanos de los Balcanes. Durante los cinco siglos en los que duró la presencia otomana, el número de albaneses que se asentaron en Kosovo creció notablemente.

Es precisamente esa disputa étnica lo que ha generado grandes tensiones histórica, puesto que los serbios consideran que los albaneses se han apropiado del territorio. Esta retorica es negada por parte de los albanokosovares, que defienden descender de pueblos que estaban presentes en la región desde el siglo V a. C. 

En 1913, durante la primera guerra de los Balcanes, Serbia se volvió a hacer con el territorio kosovar. En los años siguientes, los albaneses acusaron a Serbia de promover el asentamiento de serbios en Kosovo con el objetivo de expulsarles. Para evitar tensiones en la región, el dictador yugoslavo Josip Broz Tito dio a Kosovo mayor autonomía dentro de la propia Serbia. No obstante, con su muerte y el estallido de la guerra de Yugoslavia, el nacionalismo kosovar y el serbio vivieron un aumento de su rivalidad. Ambos se acusaban mutuamente de limpiezas étnicas, algo que fue aprovechado por el presidente serbio, Slobodan Milosevic, cuyo ascenso político esta motivado, entre otras cosas, por su cruzada contra la población albanokosovar.

Guerra de Yugoslavia e independencia de Kosovo

El enfrentamiento armado llegaría a Kosovo varios años después que a otras regiones yugoslavas. Cuando Eslovenia, Croacia y Bosnia y Herzegovina ya eran considerados países independientes, Kosovo todavía estaba considerado como territorio autónomo serbio. Fue en el 1996 cuando surgió el Ejército de Liberación de Kosovo, que comenzaría con sabotajes y ataques contra fuerzas de seguridad serbias.

En el año 1998 comenzaría definitivamente el conflicto directo entre serbios y kosovares, estos últimos apoyados, entre otros, por Albania. De hecho, buena parte de esa milicia kosovar apuntaba más hacia una unión con Albania (en lo que se consideraba la Gran Albania) que por un estado independiente. Todavía hoy muchos kosovares buscan esta unión, y la bandera albana ondea en todo el país.

La causa kosovar comenzó a recibir cada vez más apoyo internacional, en especial de Estados Unidos. La participación de la OTAN, liderada por el español Javier Solana, fue fundamental para la retirada serbia de Kosovo que, bajo "razones humanitarias", bombardeo en 1999 ciudades serbias dejando cientos de muertos

Desde ese momento la situación ha sido de calma tensa. Kosovo y Serbia llevan a cabo desde 2011 difíciles y poco fructíferas negociaciones para normalizar sus relaciones. Las autoridades kosovares proclamaron en 2008 una independencia que Belgrado no reconoce y que ha sido apoyada por Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por Rusia, China, India, Brasil o España, entre otros Estados.

¿Qué ha ocurrido ahora?

Las tensiones actuales tienen su inicio en 2021, cuando Kosovo ordenó que todos los conductores que entraran en el país desde Serbia utilizaran matrículas provisionales válidas durante 60 días; una medida que ya aplicaba Serbia desde 2008 para los conductores que entraran desde Kosovo. La disputa se intensificó al anunciar la pasada semana que este lunes entraría en vigor una ley kosovar por la cual las personas provenientes de Serbia debía entregar sus documentos de identidad, que serían reemplazados por documentos emitidos por Pristina.

Hemos estado a un paso de un grave conflicto

Tras un día de escalada de tensiones, el Gobierno kosovar se ha retractado (entre otro motivos por la petición pública del Embajador de Estados Unidos). Kosovo ha anunciado que la decisión de posponerla está condicionada a que se retiren las barricadas que los serbios del norte de Kosovo han establecido en dos pasos fronterizos que comunican la región con Serbia, cortando así el paso.

"Cuando se eliminen todas las barricadas y obstáculos, esta decisión se suspenderá hasta el 1 de septiembre de 2022", ha dicho el ministro del Interior de Kosovo, Xhelal Sveçla, subrayando la importancia de que se garantice la libertad de circulación de ciudadanos y mercancías.

Además, el Ejecutivo kosovar ha condenado "los disparos de personas armadas contra estructuras ilegales allí". "Se trata de la tendencia a desestabilizar Kosovo y poner en peligro la paz y la seguridad de los ciudadanos y de nuestro país. Ha habido numerosos actos de agresión en la tarde y noche, incitados y preparados por Belgrado", ha sostenido el Gobierno.

En Belgrado, el director de la Oficina gubernamental para Kosovo, Petar Petkovic, acusó a Kurti de intentar "incendiar el barril de pólvora" con blindados que tenía preparados para mandar al norte. "Hemos estado a un paso de un grave conflicto", aseguró Petkovic este lunes.

La Fuerza de la OTAN para Kosovo (KFOR) ha anunciado este domingo a última hora que "está preparada para intervenir" en el caso de que se ponga en peligro la estabilidad del norte de Kosovo. "La KFOR tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de la ONU", ha hecho saber en un comunicado en su cuenta de Twitter.

La posición de España

Cinco países de la UE, incluida España, no reconocen la independencia de Kosovo. La UE, sin embargo, ejerce de mediadora en las negociaciones entre Belgrado y Pristina, de las que dependerían la normalización generalizada de relaciones y las posibilidades de adhesión de ambos países al bloque comunitario.

La postura de España desde Zapatero hasta Sánchez, pasando por Rajoy, ha sido la misma: negar la independencia y apoyar a Serbia. Los gobiernos españoles han defendido que la declaración de independencia vulnera la legalidad internacional, pese a que el Tribunal Internacional de Justicia consideró en 2010 que no violaba el derecho internacional general

En la misma lineal se ha expresado este sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita a Serbia durante la gira por los Balcanes. "España está y estará al lado de Serbia en el contencioso de Kosovo", aseguró el mandatario español, que apeló al diálogo entre las partes para resolver las diferencias.

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