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El desbloqueo del cereal, primer gran acuerdo entre Rusia y Ucrania desde el inicio de la guerra... con alivio en Occidente

Zelenski saluda a embajadores del países del G7 en el puerto de Odesa.
Zelenski saluda a embajadores del países del G7 en el puerto de Odesa.
UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SER
Zelenski saluda a embajadores del países del G7 en el puerto de Odesa.

Más de cinco meses (de guerra). 159 días. Ese tiempo es el que ha tardado en confirmarse el primer gran acuerdo entre Rusia y Ucrania, con el cereal como protagonista. Este lunes ha salido de Odesa el primer barco cargado con unas 26.000 toneladas de grano ucraniano con destino Libia. Se trata de un paso que, de hecho, podría servir para empezar a paliar la crisis alimentaria mundial derivada de la invasión rusa. Hasta este momento, Moscú y Kiev solo han podido firmar entregas de prisioneros y la apertura de corredores humanitarios, pero ambos asuntos han estado siempre bajo acusaciones de uno y otro lado. El trigo, el maíz y la cebada, entre otros alimentos, pueden ser los símbolos del primer gran avance tangible desde el inicio del conflicto.

Primer gran acuerdo... muy duro de alcanzar

El pasado 22 de julio, bajo la mediación de Turquía y de la ONU, Moscú y Kiev alcanzaron el acuerdo para desbloquear las toneladas de grano que se mantenían frenadas en el puerto de Odesa, enclave fundamental en la guerra por ser salida al Mar Negro. Han pasado dos semanas desde entonces y el pacto pendió de un hilo en muchos momentos. Pero ya parece que se ve la luz. En total hay 16 buques preparados en los puertos ucranianos y serán tanto Ankara como Naciones Unidas las que aseguren el corredor del primer barco hasta Trípoli.

El pacto salió adelante después de que las partes accedieran a un plan auspiciado por la ONU para formar un centro de coordinación en la ciudad de Estambul con el objetivo de llevar a cabo inspecciones conjuntas en las entradas y salidas de los puertos y garantizar la seguridad de las rutas. En este sentido, está previsto que los barcos crucen el Mar Negro hacia el estrecho del Bósforo, en Turquía, donde se encuentra el centro de coordinación conjunto. Dicho centro será el encargado de examinar los barcos que entren en Ucrania para garantizar que no lleven armas o material de combate.

Occidente y África empiezan a respirar

La relevancia de este acuerdo pasa porque sus implicaciones son muy amplias. A nivel mundial se acoge casi con alivio, pues puede servir para empezar a frenar la crisis alimentaria que se avecina en todo el planeta, pero con especial relevancia para África. Aunque Europa tampoco se libra. Y es que Ucrania se encuentra entre los principales productores y exportadores mundiales de maíz, trigo y cebada. En el caso del maíz es, sin ir más lejos, el sexto exportador mundial, según los datos correspondientes al periodo entre 2020 y 2021.

"La UE acoge con satisfacción la salida del primer barco comercial del puerto de Odesa tras meses de bloqueo por parte de Rusia. Este es un primer paso hacia la mitigación de la crisis alimentaria mundial, potenciada por la agresión ilegítima de Rusia a Ucrania", celebró la Comisión Europea, en una línea argumental también defendida por Kiev. "Ucrania y sus socios están dando otro paso para evitar el hambre mundial. Desbloquear los puertos generará al menos 977 millones de euros en ganancias para la economía y una oportunidad para que el sector agrícola planifique los cultivos del próximo año", apuntó el Gobierno de Zelenski.

Este es un primer paso hacia la mitigación de la crisis alimentaria mundial

Rusia también ve el paso como algo positivo, pero no se fía del todo, tal como avisó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. "Se trata de una buena oportunidad para probar la efectividad de los mecanismos acordados en las conversaciones en Estambul", expresó, antes de comentar que ahora lo que Putin espera es que el pacto "sea cumplido por todas las partes", aduciendo entre comillas que Ucrania podría llegar a vulnerarlo; y es una sensación que desde el otro lado también existe sobre Rusia. Moscú, además, quiere que el trato se extienda también a la exportación de cereal ruso.

Los vigilantes son la ONU y Turquía

Por eso cobra importancia la mediación de los garantes del acuerdo: Turquía y la ONU. "Esperamos que este proceso continúe sin interrupciones ni problemas", tuiteó el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, tras conocerse el zarpado del buque. Además, el Gobierno otomano confirmó que en la ruta del barco cargado de cereal "no hay minas", uno de los grandes miedos al ser Odesa una de las zonas más castigadas por la guerra. No obstante, el cargamento será inspeccionado a su llegada a Libia con el objetivo de comprobar que no está cargado con armas o con material militar.

"Este acuerdo de carácter humanitario, unido al compromiso entre la Federación Rusa y la Secretaría de las Naciones Unidas de facilitar el acceso de los alimentos y los fertilizantes rusos a los mercados mundiales, contribuirá a reducir la escasez de alimentos en el mundo y a disminuir los altos precios", esgrimió por su lado Naciones Unidas en un comunicado. El mismo optimismo evidenció la OTAN. "Doy las gracias a Turquía, nuestro aliado, por su papel crucial. Los aliados de la OTAN apoyan firmemente la aplicación total del acuerdo para aliviar la crisis alimentaria global causada por la guerra de Rusia en Ucrania", escribió en redes sociales el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

Es un paso, pero no frena la guerra

El desbloqueo del cereal es el mayor progreso que se ha dado desde que Putin apretó el botón rojo para invadir Ucrania, y está previsto que la economía de Kiev se vea algo más cosida, pero ni mucho menos curada. Porque la guerra continúa pese al pacto. Es más, la Oficina de la Alta Comisionado para los Derechos Humanos, cifró en 12.272 el número de víctimas, con 5.237 muertos y 7.035 heridos desde el inicio del conflicto, según el último balance.

Ahora mismo hay además unos seis millones de refugiados registrados. "Los cruces fronterizos desde Ucrania han superado los 9,5 millones desde el 24 de febrero. Los cruces hacia Ucrania ascendían a 3,8 millones. Nos preocupa que el invierno dificulte el acceso de los desplazados o de la comunidad de retornados a los refugios y a la asistencia sanitaria", recalcó Naciones Unidas, que al mismo tiempo alertó que las mujeres y las niñas siguen siendo los colectivos en mayor peligro. Con esos datos, la ONU lamenta que el diálogo político "esté prácticamente paralizado" y volvió a avisar de que la reconstrucción de Ucrania irá para muy largo incluso si la guerra llega a su fin. Y eso no parece estar cerca.

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