El pasado 16 de julio, Carmen Sevilla cumplió 91 años, una fecha que su familia y sus más allegados no se quisieron perder. Por ello, su hijo Augusto Algueró, sus nietos y su íntimo amigo, Moncho Ferrer, acudieron a la residencia de Aravaca (Madrid) en la que la presentadora está ingresada debido al alzhéimer que padece desde hace 10 años.

Su único hijo ya reveló, tras la celebración, que la icónica actriz "está estable, traquilita, muy cuidada y sin sufrir ningún dolor", y realiza ejercicios a diario para fortalecer los músculos.

Por tanto, la verdadera dolencia que le afecta tanto a ella como a sus allegados, además del paso del tiempo, es la pérdida de la memoria. "Mi madre está muy tranquila y bien. Desgraciadamente, ya no reconoce a nadie, pero no se le ha ido la sonrisa de la cara", revela a Pronto Augusto Algueró.

"La visito con asiduidad y, en ocasiones, llevo a mis hijos conmigo", asegura su hijo, quien, junto a Moncho Ferrer, llevó a la residencia flores y el pastel favorito de su madre para celebrar su 91 cumpleaños.