Tres hombres murieron en una serie de tiroteos contra personas sin hogar perpetrados este lunes en la localidad de Langley, en el oeste de Canadá. Uno de los fallecidos es el supuesto autor de los ataques, que fue abatido por la Policía. Otras dos personas resultaron heridas de gravedad.

El presunto agresor, un varón, fue abatido por los agentes tras un intercambio de disparos en el que un vehículo policial camuflado recibió numerosos impactos de bala.

La Policía Montada del Canadá informó en un comunicado de que en total cuatro personas, todas ellas sin hogar, fueron atacadas por el supuesto autor.

Inicialmente, una portavoz de la Policía Montada en Langley declaró a la radiotelevisión pública canadiense, CBC, que el hombre había sido detenido.

A primera hora de la mañana

La Policía dijo que el ataque se inició poco antes de las 06.15 hora local (15.15 GMT). A esa hora, la Policía recibió informaciones sobre tiroteos en varios lugares de Langley, una localidad situada en las afueras de Vancouver, en la provincia canadiense de Columbia Británica (costa del Pacífico).

Entre los lugares donde se reportaron los disparos, todos ellos a pocos kilómetros de distancia, se encontraban un casino, una tienda de segunda mano y el centro comercial Willowbrook.

Uno de los fallecidos fue localizado en una parada de autobús mientras que la segunda víctima mortal fue hallada en un parque cerca de un centro comunitario que presta apoyo a las personas sin hogar.

Los agentes también localizaron a dos personas gravemente heridas, una ellas una mujer que se encuentra en estado crítico.

Alrededor de las 07.00 hora local (16.00 GMT), la Policía localizó en una calle de Langley al sospechoso de los disparos y, tras una confrontación, fue abatido por los agentes.

En imágenes publicadas por varios medos de comunicación se pueden observar bicicletas y mochilas en medio de la calle rodeadas de conos policiales, así como un vehículo policial con marcas de al menos nueve impactos de bala en el parabrisas y la ventana del conductor.

Tras la primera alerta, las autoridades emtieron un segundo aviso instando a la ciudadanía a permanecer alejados del centro de la ciudad mientras la Policía continuaba con las investigaciones.