Bruselas suaviza su propuesta de reducir el consumo de gas tras la oposición de algunos países como España

  • La Comisión presenta un nuevo borrador que permite "moderar las reducciones" por motivos como la situación geográfica a cambio de transferencias de energía.
  • También propone que sean cinco Estados, en lugar de sólo la Comisión, los que puedan pedir la declaración del estado de alerta.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
EFE
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

La Comisión Europea llevará este martes al decisivo consejo extraordinario de Energía una propuesta diferente a la presentada la semana pasada para que los países miembros de la UE rebajen su consumo de gas. Y aunque mantiene el objetivo del recorte del 15% ante la hipótesis de que Rusia corte el suministro energético en otoño e invierno, el nuevo borrador introduce cambios que suavizan el plan y que podrían resultar determinantes para países como España -más independiente del gas ruso-, que junto a otros Estados se había mostrado totalmente en contra del planteamiento de Bruselas.

Según informa la agencia EFE, en el último borrador de texto se han planteado modificaciones que permitirían a los países pedir derogaciones a la reducción del 15% del consumo por una serie de motivos, como la situación geográfica. El objetivo que se busca es "permitir moderar las reducciones" a cambio de compromisos de los países de aumentar en lo posible las transferencias de energía entre Estados miembros.

Otro cambio introducido en la propuesta original es que sean cinco Estados -en lugar de únicamente la Comisión- los que puedan pedir la declaración del estado de alerta que pondría en marcha la obligación de recortar el consumo de gas.

Fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press explicaron que la intención de Bruselas no es diluir el 15% de ahorro, sino atender a las especificidades de determinados Estados miembros como las limitaciones geográficas y la interconexión. Así, el consejo de Energía pretende abrir la puerta a que objetivo de reducción del 15% contemple excepciones atendiendo a las circunstancias de algunos países como la escasa interconexión de las islas -el caso de Malta-, el problema de sincronización de la red eléctrica de los países Bálticos -aún conectados a la infraestructura rusa- o la capacidad de almacenamiento de gas de cada Estado. 

Bruselas propuso la semana pasada tratar de resolver el problema de suministro que supondría un corte total del gas ruso en el centro y este de Europa exigiendo a toda la UE el mismo esfuerzo: un recorte del 15% de su consumo de gas que, si bien no llegará a los hogares, sí alcanzará a la industria. España reaccionó enseguida rechazando el plan.

"Lamento profundamente decir que España no apoya esta propuesta", afirmó horas después la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Sin citar expresamente a Alemania, afirmó que "los españoles no hemos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades desde el punto de vista energético". Sus hogares y sus industrias, dijo, llevan años pagando el coste de diversificarse y el Gobierno no está dispuesto a que tengan que recortar un consumo que llevaría a España a un crecimiento "cero" de su economía, como el de otros países del sur de Europa.

Las explicaciones de Ribera fueron corroboradas después por Sánchez. Ante la plana mayor del PSOE, el presidente mostró el pasado sábado su claro rechazo al plan de Bruselas. Por el fondo, pero también por las formas, al haberse presentado sin acuerdo previo entre los Veintisiete. "No podemos aceptar imposiciones sin debate", dijo, para después lamentar que la propuesta "no tiene en cuenta la situación de partida" de cada país. Eso sí, añadió después que está convencido de que se llegará a un acuerdo en el seno de la UE.

Presión del sur

España no fue el único país de la UE que rechazó de plano el planteamiento inicial de la Comisión. Otros como Portugal y Grecia también se opusieron en una discusión en la que se mezclan distintos conceptos de qué es la "solidaridad" europea ante la amenaza que se cierne de no contar en invierno con el gas de Rusia. La posibilidad alternativa es la que parece que se puede acabar imponiendo y que se parece a la que ha propuesto España desde el principio: que no sea necesario hacer recortes a cambio de aumentar el reenvío de gas de otros orígenes al resto de Europa.

Frente a la propuesta inicial de la Comisión, Ribera prevé presentar hoy a Bruselas esa alternativa que hará valer el potencial español para importar gas natural licuado y su capacidad de aumentar las reexportaciones a otros países, bien mediante conexiones que ya funcionan -por los Pirineos, fundamentalmente- o estudiando otras vías que supondrían reconducir los metaneros desde el puerto de El Musel a Francia por su fachada atlántica o desde Barcelona a Livorno, en Italia.

España asegura que de esta forma puede surtir a la UE con 5.600 millones de metros cúbicos de gas de los 45.000 millones que Bruselas prevé ahorrar obligando a los países a recortar un 15% su consumo. Este ahorro total equivale a 450 buques metaneros, de los que España podría proporcionar 57, argumenta el Ejecutivo.

Por su lado, el Gobierno de Sánchez prepara su propio plan de contingencia que incluye una serie de "recomendaciones" para el ahorro de energía en hogares y empresas, pero en él no contempla que España vaya a sufrir cortes de suministro de gas.

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