Cuando los aspirantes aún no habían superado la expulsión de Patricia la semana pasada, MasterChef emitió la final de su décima edición. Esta contó con los finalistas Adrián, David, María Lo y Verónica, pero en el duelo final solo había sitio para dos.

El primer nombre salió de la prueba que abrió el programa. Esta consistió en preparar, a la vez que Carlos Maldonado, uno de sus platos. Pese a la velocidad, a la presión y a los nervios, hubo alguien que consiguió un resultado más que aceptable, y fue María Lo.

La gaditana consiguió así el primer puesto como duelista. El siguiente se decidió en la prueba en exteriores. En ella, por primera vez, los tres jueces estuvieron entre los comensales. Tampoco quisieron perderse la cita responsables y jueces de las ediciones del concurso de otros países.

El menú estuvo diseñado y dirigido por los hermanos Roca, pero esto no pudo con los aspirantes, que sacaron adelante las preparaciones y, pese a algunos matices y errores, presentaron platos correctos. Pese a esto, solo podía salir un duelista más, y esta terminó siendo Verónica, que mostró una calma y alegría inusuales que la catapultaron a conseguir la ansiada chaquetilla.

Esto implicó que Adrián y David se quedaran fuera del talent. Aunque por poco tiempo, pues regresaron, junto al resto de exaspirantes, para ver el último cocinado de la edición. En él, María Lo y Verónica tuvieron que preparar un menú completo.

Además de los antiguos concursantes de la edición, tampoco quisieron perderse la batalla final Ferran Adrià y Franc Roddam, cineasta y creador del formato MasterChef, que vio la luz por primera vez en 1990, en Reino Unido.

También se sumaron los familiares de las dos duelistas, poniéndole el toque emocional a la noche. Ya en los fogones, María Lo aprovechó la oportunidad para repasar varias partes de su vida a través de productos de los distintos lugares que ha pisado.

Su menú habló, por ello, de Cádiz, Galicia, Barcelona y, por último, China. La joven ha terminado de reconciliarse con sus raíces en el programa, pues hasta la fecha y en herencia de su padre renegaba en cierta forma del país asiático.

Por su parte, Verónica expuso mediante sus platos una de sus mayores preocupaciones: el cambio climático. Para ello, habló de las estaciones en un menú que sorprendió por el uso de productos procedentes de animales, algo poco habitual en ella. Pese a algunos matices, sus propuestas fueron muy bien valoradas, en especial el postre.

Este estuvo dedicado al otoño, y la salmantina no pudo evitar llorar (como en la mayoría de programas, pues es de lágrima fácil) al mostrar sus esperanzas en que este otoño sea mejor que los anteriores, pues hasta la fecha era la estación que menos le gustaba al implicar volver a una rutina que no le gustaba profesionalmente, alejada de los fogones.

María Lo gana 'MasterChef 10'

Llegó la hora de las valoraciones del que Samantha Vallejo-Nágera consideró "uno de los duelos más reñidos hasta la fecha". Así, y pese a que los jueces se deshicieron en halagos con Verónica por su tesón, su perseverencia y su capacidad de reinventarse, la ganadora resultó ser María Lo.

Ni el mismísimo Ferran Adrià fue capaz de ponerle ninguna pega a su menú, y por ello la cocinera se llevó un trofeo por haber ganado, la posibilidad de publicar su propio libro de recetas, formación en el Basque Culinary Center y 100.000 euros en metálico. 

"La satisfacción y la superación personal que siento son increíbles y más con las pruebas que nos han puesto. Esto es mi sueño, he cumplido un sueño, creo que esta es la experiencia más importante de mi vida", celebró Lo.