El Gobierno y la Generalitat de Cataluña avanzan en el deshielo de su relación política. Este viernes, el ministro de Presidencia y mano derecha del presidente Pedro Sánchez, Félix Bolaños, viajará hasta Barcelona para reunirse con la consellera del ramo, Laura Vilagrà, en un encuentro que servirá para preparar la reunión entre el jefe del Ejecutivo y el president Pere Aragonès, que también se espera que se concrete, pues hasta ahora tan solo existe la aproximación de que la cita se producirá en la segunda quincena de este mes. 

El encuentro entre ministro y consellera lo ha adelantado El Periódico y lo han confirmado ambas administraciones. El Govern, de hecho, ha sido quien ha asegurado que se tratará de una reunión "preparatoria" para abordar las condiciones y las garantías que el president le exigió a Sánchez para retomar las relaciones con Moncloa tras conocerse que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) realizó escuchas legales a líderes independentistas bajo el mandato de Sánchez. 

Tras conocerse esas informaciones, el Gobierno admitió que los móviles de Sánchez y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, también fueron espiados con Pegasus, el malware utilizado. Este hecho provocó el cese de la ya exdirectora del CNI, Paz Esteban, en lo que propios y extraños vieron como un gesto hacia ERC, que pedía su cabeza para normalizar las relaciones y volver a la mayoría de la investidura. El Gobierno no se quedó ahí, sino que también ordenó al Defensor del Pueblo iniciar una investigación -en la que quedó probado que las escuchas se hicieron bajo orden judicial-, se llevó a cabo un “control interno” en la inteligencia española y se anunció la reforma de la ley de Secretos Oficiales y la que marca la estructura del organismo.

Pese a todo, todos esos gestos siguen siendo insuficientes para la Generalitat, como quedó demostrado en el último encuentro entre Bolaños y Vilagrà. Desde Blanquerna, sede de la Delegación de Cataluña en Madrid, la consellera aseguró hace semanas que "no había motivos para hablar de descongelación", algo que podría cambiar este viernes.

Eso sí, a diferencia de la reunión entre ambos celebrada el 22 de junio, esta vez sí se espera que se concrete la fecha para el encuentro entre presidentes, que se prevé que sea algún día de las dos últimas semanas de julio. Y es que, la fecha final estaba condicionada a la agenda de ambos: al menos la de Sánchez no deja margen más allá de la segunda quincena de mes. El presidente, que la semana pasada estuvo inmiscuido en la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid, ha convocado el Debate sobre el Estado de la Nación los días 12, 13 y 14. Sánchez afrontará así su primer debate como presidente del Gobierno, ya que participó en el último que se celebró en 2015 como líder de la oposición. En la cita, las mismas fuentes añaden que se realizará algún que otro anuncio y se hará balance del primer Ejecutivo del PSOE en solitario y del segundo, en coalición con Unidas Podemos.

Con todo, Moncloa rebaja la importancia de la cita con el president, que se celebrará en el palacio presidencial después de que las dos últimas veces que han coincidido lo han hecho en Barcelona. La primera vez, en mayo, tras conocerse el 'caso Pegasus', en unos premios en los que Aragonès pidió a Sánchez verse en persona. La segunda fue a finales del pasado mes de junio.

El presidente del Gobierno también tiene previsto recibir en Moncloa a otros dirigentes autonómicos que tienen pendiente el encuentro. Son los de Andalucía, Juanma Moreno; Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; y Galicia, Alfonso Rueda. Los dos primeros fueron los respectivos ganadores de las elecciones que celebraron en sus territorios. Moreno logró una mayoría absoluta en los comicios del 19-J y Mañueco se impuso en las elecciones de febrero, aunque necesitó firmar una coalición con Vox para ser investido.