Nacho Palau, que fue salvado este martes por la audiencia del grupete de nominados que se enfrentan el jueves a la expulsión en Supervivientes, fue el gran protagonista de la entrega de Supervivientes: Tierra de nadie.

El arquitecto vivió 'el puente de las emociones', donde se abrió completamente en canal y no se dejó nada dentro.

El concursante se emocionó al recordar su vida pasada con Miguel Bosé, los hijos que tienen en común. "Esperé más ayuda en Miguel, siempre ha tirado más de mí y lo perdí, a él y a mis hijos. Mucho dolor, mucha rabia, muchísimo rencor. Al sufrimiento nuestro y de nuestros seres queridos", dijo sobre su separación.

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Además, confirmó que al artista le sigue querido "una animalada" y, si le pasará algo el día de mañana, le daría la mitad de su corazón.

El valenciano remató la noche hablando de amor. Su amor actual, sorprendiendo a todos al confesar que tiene pareja. "Actualmente, una palabra, Cristian", anunció.

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"Una persona que está conmigo desde hace un año, un ángel, un tío que me ha sabido llevar, que ha aguantado mucho". Además, aseguró que lo hace público "para darle su sitio". "Para decirle que estoy tremendamente agradecido por todo lo que está haciendo por mí y por mi familia. Lo adoro, lo quiero muchísimo y me espero durar muchísimos años más con él", señaló Palau.