El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, se ha puesto en contacto con Marimar Blanco, la hermana del edil del PP secuestrado y asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, para ver la posibilidad de que pueda participar en el homenaje que se celebrará el domingo a este concejal.

En declaraciones a Efe este martes, el mandatario socialista ha dicho que al "integrar" a Marimar entre los oradores de este homenaje pretende que en el acto reine la "unidad" en torno al recuerdo del edil asesinado.

Marimar Blanco, actual diputada del PP en la Asamblea de Madrid, había enviado una carta al alcalde criticando la negativa a que intervenga en el homenaje que esta localidad ha organizado en memoria de su hermano, Miguel Ángel Blanco, ante el 25 aniversario de su asesinato a manos de ETA.

Asegura Blanco en la misiva, a la que ha tenido acceso Efe hoy, que, tras el asesinato de su hermano, "jamás había tenido que perseguir altavoces de ningún tipo", pero agrega que en esta efeméride ve "justificado y necesario" dirigirse al auditorio en representación de su familia y de la Fundación Miguel Ángel Blanco.

Ermua prepara el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA

Anteriormente, el Partido Popular ya había reclamado que Marimar Blanco fuera una de las oradoras del homenaje, al que también asistirá su presidente, Alberto Núñez Feijóo.

Con el Rey y Sánchez

El alcalde ha señalado, en cualquier caso, que el homenaje que el Ayuntamiento ofrecerá el domingo a Blanco y a todas las víctimas de ETA es un "acto institucional" y, como tal, resulta "lógico" que en el mismo intervenga el alcalde.

Además del regidor, estaba previsto que hablaran el lehendakari, Iñigo Urkullu; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el rey Felipe VI.

Juan Carlos Abascal también ha explicado que su intervención seguirá un cauce "institucional" y ha recordado que el Ayuntamiento de Ermua fue la institución que hace 25 años encabezó tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco las movilizaciones ciudadanas contra ETA, que se dieron en toda España y la más multitudinaria fue en Bilbao el día anterior a su asesinato.