La separación entre Shakira y Gerard Piqué, más que amistosa, se avecina complicada, después de 12 años de relación y dos hijos en común. El futbolista del F.C. Barcelona ha contratado a los abogados de la extenista Arantxa Sánchez Vicario para que le lleven el caso contra la cantante colombiana.

Según informa La Vanguardia, Piqué se ha puesto en manos del bufete Tamborero Abogados, los mismos que ayudaron a Sánchez Vicario en su divorcio. Shakira, por su parte, ha confiado esta tarea en el bufete de Pilar Mañé.

Ambos despachos legales serán los encargados de negociar un acuerdo para que su separación resulte lo más llevadera posible para sus hijos Milan y Sasha, de 9 y 7 años, respectivamente. 

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Tras su ruptura, los niños han pasado a ser la "máxima prioridad" de la pareja, tal y como indicó Shakira en el comunicado que confirmaba su separación, de ahí que el futuro por su custodia sea el punto más peliagudo a negociar. 

Al parecer, la pareja ha llegado a este punto después de que no lograran acuerdos previos entre ellos en distintas materias. 

La guerra judicial por la custodia de sus hijos está servida: mientras Shakira estaría planeando regresar a Miami e instalarse allí con sus hijos a cambio de un régimen de visitas muy amplio para Piqué, la postura de este sería bien distinta.

El futbolista, por su parte, prefiere que sus hijos sigan en Barcelona y que no pierdan el entorno en el que crecieron. Con la contratación de sendos bufetes, la pareja espera poder cerrar cuanto antes un acuerdo y llegar a entenderse por el bien de sus dos hijos.